CCOO de Industria | 18 abril 2024.

28 de abril, Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo

Ángel Muñoa: "La salud de los trabajadores y trabajadoras ha sido, es y será un objetivo irrenunciable de CCOO de Industria en todos los ámbitos de la acción sindical"

    En el Día Internacional de la Salud y Seguridad en el Trabajo el nuevo responsable de esta materia en CCOO de Industria recuerda en este artículo de opinión la profunda relación que existe entre el movimiento obrero y la defensa de la salud y de la vida en el trabajo. Ángel Muñoa denuncia que en el ámbito de esta federación la siniestralidad "no ha dejado de crecer desde la reforma laboral" y que "la mayoría de las empresas han aprovechado la situación" para reducir los gastos en prevención y corromper sus obligaciones.

    28/04/2017. CCOO de Industria
    Ángel Muñoa, responsable de Salud Laboral en CCOO de Industria

    Ángel Muñoa, responsable de Salud Laboral en CCOO de Industria

    El 28 de abril de 1987, cerca de una treintena de trabajadores murieron al derrumbarse la obra de un edificio en la ciudad estadounidense de Bridgeport (Conneticut). Nueve años después, el movimiento sindical internacional eligió esa jornada para conmemorar el Día Internacional en Memoria de los Trabajadores Fallecidos y Heridos.

    También el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, tiene su origen en varios sucesos históricos. Quizá el más simbólico es el que aconteció en el mes de marzo de 1911, cuando 149 personas, la mayoría mujeres, murieron en el incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist (Nueva York). El suceso reveló las penosas condiciones en las que realizaban su trabajo las mujeres, muchas de ellas inmigrantes y pobres.

    Hoy es bueno recordar la profunda relación que existe entre el movimiento obrero y la defensa de la salud y de la vida en el trabajo, porque en el año 2016, tras casi una década de una crisis que nunca se acaba, se produjeron 555.722 accidentes de trabajo con baja y 607 muertos (476 en el centro de trabajo y 131 en el camino de ida y vuelta al trabajo). Estas cifras describen el enorme retroceso que se ha registrado en las condiciones de seguridad y de salud laboral del Estado español.

    En el ámbito de CCOO de Industria la tasa de incidencia, el verdadero indicador de la siniestralidad, no ha dejado de crecer desde la reforma laboral. Durante 2016 se produjeron 5.232 accidentes con baja en la industria y 5.067 en la agricultura por cada cien mil trabajadores y trabajadoras, según el informe publicado por la empresa Ranstad. Esta tasa aumentó en todos los sectores de actividad durante el último año, con la excepción de la agricultura. En la industria se incrementó un 2,8% el número de accidentes por cada cien mil ocupados.

    Es verdad que la precariedad laboral que caracteriza el mercado de trabajo, la desesperación en la búsqueda de un empleo y el miedo a perderlo, desvían la atención a las condiciones laborales y avivan la renuncia a defender los derechos a la protección de la salud y a la seguridad. Pero hay que afirmar con absoluta rotundidad que la mayoría de las empresas han aprovechado esta situación, desde las multinacionales del automóvil hasta las pymes, no solo para reducir los gastos en prevención, sino también para corromper las obligaciones que les impone la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos laborales.

    La generalización de los “trabajos alternativos” para camuflar los accidentes evitando las bajas; el despido de trabajadores y trabajadoras por “ineptitud sobrevenida” tras un accidente o una lesión originada en el trabajo; la inacción ante el uso de productos químicos en la industria y en el campo que aboca a los jóvenes a un futuro hipotecado por daños en su salud y que, en el caso de las mujeres amenaza no solo a su capacidad reproductiva sino también a la salud de sus hijos e hijas; y los daños derivados de los riesgos psicosociales y sus secuelas de depresiones y ansiedades, dibujan una parte del escenario actual. La otra parte la traza la connivencia de quién debe proteger y prevenir estas prácticas, las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social y, en más ocasiones de las deseables, la autoridad laboral.

    Hoy, el Gobierno y los empresarios han decretado el fin de la crisis y el comienzo de una nueva fase de crecimiento. Hoy, 28 de abril, Día de la Salud Laboral, es el momento también, tal y como lo hemos repetido hasta la saciedad en nuestro segundo congreso, de pasar a la ofensiva. La salud de los trabajadores y trabajadoras ha sido, es y será un objetivo irrenunciable para las Comisiones Obreras de Industria en todos los ámbitos de la acción sindical. Desde la negociación colectiva, hasta el control de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social; la formación y la preparación de los nuevos delegados y delegadas de prevención; la reivindicación y denuncia de las ilegalidades en los centros de trabajo y, por supuesto, la actuación y presencia en cuantas instituciones tengan influencia en el mundo de la salud laboral.

    En este contexto, y en el marco del 28 de Abril, Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo, en CCOO de Industria reafirmamos nuestro compromiso para alcanzar los objetivos que se marcaron en el acuerdo que suscribieron CCOO y UGT:

    • Derogar las normas que han impedido que todos los colectivos tengan el mismo grado de protección de su salud, en particular las reformas laborales que han extendido la precariedad, instalado el miedo a perder el empleo, individualizado las relaciones laborales, dificultado el ejercicio efectivo de derechos y profundizado en las desigualdades.
    • Revertir la reforma del marco jurídico de las mutuas, que supuso un recorte en los derechos de trabajadoras y trabajadores y que sólo ha servido para que éstas invadieran competencias de los servicios públicos, privatizando la gestión de actividades que deberían ser exclusivas de la Seguridad Social.
    • Intensificar las políticas activas en materia de prevención dotando con los suficientes medios económicos y humanos a los organismos técnicos como el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en Trabajo o los institutos autonómicos.
    • Reforzar los mecanismos de control del cumplimiento de la legislación en materia de igualdad en las empresas y de lucha contra el fraude laboral y la economía sumergida.
    • Desarrollar la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2015-2020, haciendo especial hincapié en todas las cuestiones relacionadas con las enfermedades de origen laboral.
    • En el marco de la empresa, es preciso que se recuperen las inversiones en prevención y la centralidad de la negociación colectiva en las relaciones laborales. La negociación colectiva está estrechamente ligada a la presencia de sindicatos en los centros de trabajo, lo que constituye la mejor garantía para el ejercicio de derechos y para la protección de la salud.
    • El establecimiento de la figura del delegado de prevención territorial o sectorial, ya que en España existen más de un millón de empresas con menos de seis trabajadores, en las que trabajan dos millones de personas que no tienen derecho a elegir un delegado o delegada de personal. El objetivo sería asegurar el ejercicio al derecho a la salud y a la seguridad y los niveles de protección a estos trabajadores y trabajadoras en los mismos términos que en el resto de las empresas.

    Ángel Muñoa

    Responsable del Departamento de Salud Laboral

    CCOO de Industria