CCOO de Industria | 23 abril 2024.

En el Día de la Mujer Rural, CCOO denuncia que no se quiere a las jornaleras en el campo

  • El sindicato trabaja para evitar que se las expulse de las campañas agrícolas. Son hombres el 75,7% de las personas que están ocupadas en el sector agropecuario

No es una excepción la discriminación que sufren las mujeres que quieren trabajar y no pueden en la recogida de la aceituna. Lamentablemente, son demasiadas las jornaleras que son rechazadas a diario por no ser un hombre. Desde que estalló la crisis se ha expulsado a 33.600 mujeres del sector. El 15 de octubre se celebra el Día de la Mujer Rural y CCOO vuelve a recordar que esta situación es un problema de toda la sociedad.

13/10/2017. CCOO de Industria
Las mujeres son expulsadas con frecuencia de la campaña de recogida de la aceituna

Las mujeres son expulsadas con frecuencia de la campaña de recogida de la aceituna

No es un sentir de las mujeres. Es una realidad. Desde que arrancó la crisis, y tras la caída de la construcción, CCOO observa que se expulsa a la mujer de las campañas agrícolas por la vuelta masiva de la mano de obra masculina al campo. La situación, lejos de resolverse, se agrava año tras año y se extiende por todo el país. Se trata de un problema especialmente delicado para las zonas rurales.

La temporalidad que sufren las jornaleras es elevadísima. Está por encima del 91%, lo que facilita que se las rechace de las campañas y que les sea muy difícil demostrarlo, al no tener ningún vínculo laboral con la empresa. Padecen la gran bolsa de economía sumergida que hay en el sector agrario y campaña tras campaña pelean para encontrar un empleo en el tajo.

La masculinización de la actividad laboral en el medio rural es muy acusada. La EPA del segundo trimestre de 2017 revela que el 75,7% de la población ocupada en el sector agropecuario está formada por hombres, mientras que en el Estado español son trabajadores el 54,5%. También es característica del medio rural una baja tasa de empleo, que se agudiza entre las mujeres.

La poca presencia femenina se ha agravado con el tiempo. En el segundo trimestre de 2008 la tasa de feminización de la población ocupada en el sector agropecuario era del 27,8%. Nueve años después es del 24,3%. Durante este periodo se ha expulsado del sector a 33.600 mujeres, lo que supone la destrucción del 16% de la ocupación agropecuaria femenina. Mientras tanto, aumenta la ocupación de hombres en 18.900 personas (2,9%), lo que no compensa la pérdida de empleo femenino, contribuye a disminuir la tasa de trabajadoras en el medio rural y aumenta el paro agrícola entre las mujeres.

Además, hay que tener en cuenta que la economía sumergida afecta más a las mujeres y que la brecha salarial va en aumento. La parcialidad, la temporalidad y la precariedad laboral se traduce en una reducción de ingresos y, por lo tanto, en una mayor vulnerabilidad ante la pobreza. Ven peligrar sus pensiones muchas de las mujeres que han cotizado a la Seguridad Social y que han recogido durante años aceituna, espárrago, ajos, uva y fruta. Si no consiguen jornales suficientes, no acceden al subsidio, pueden ser expulsadas del sistema de protección social y se quedarán sin jubilación o renta agraria.

CCOO insiste en que la integración de las trabajadoras en el sector agrario no puede pasar por el filtro de una rebaja fiscal ni de las cotizaciones a la Seguridad Social. Realizan el mismo trabajo que los hombres, por eso las cotizaciones deben ser las mismas. No se pueden equiparar los derechos salariales y sociales en los convenios y penalizar a la mujer y discriminarla con un contrato “en rebajas”.

En opinión de CCOO, hay que disminuir la temporalidad, exigir la contratación fija discontinua, controlar la economía sumergida y, al igual que sucede en otros sectores, establecer cuotas mínimas de contratación de mujeres. Y si no se cumplen las cuotas, habrá que imponer sanciones.