CCOO de Industria | 29 marzo 2024.

Hunosa debe ser ejemplo de transición energética justa

    Articulo elaborado por Ruben García, Secretario General de CCOO en Hunosa y publicado ayer, en el periódico " La Nueva España"

    17/07/2018. CCOO de Industria de Asturias
    Ruben García, secretario general CCOO en Hunosa

    Ruben García, secretario general CCOO en Hunosa

    Cuesta llegar a entender, y mucho menos aceptar, los posicionamientos tan radicales que referidos al sector del carbón, está transmitiendo día tras día desde su nombramiento, la nueva ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

    A pesar de que el carbón sigue jugando en España un papel fundamental en la generación eléctrica y que en Asturias supone casi el 70% de la energía que se genera, está siendo continuamente demonizado, denostado y condenado cuando, a medio plazo, está más que demostrado que no existen garantías de que su hueco de generación lo puedan cubrir las energías renovables, por su carácter de no regulables y la dificultad en su almacenamiento.

    Amenazar, como hace la Ministra, con una transición energética ya no rápida, sino casi instantánea, que conllevaría el cierre de las centrales térmicas y, por tanto, la aniquilación del sector del carbón por el nivel de emisiones que este combustible fósil tiene en su proceso de combustión, condenaría el presente y futuro de miles de trabajadores, sus familias y los territorios donde este sector es, prácticamente, la única alternativa laboral.

    Desde CCOO de Hunosa, exigimos que el carbón nacional tenga un porcentaje de participación en el mix energético. Y con el fin de evitar estas emisiones, hemos venido proponiendo que, en lugar de acabar con el sector del carbón como se pretende, se debería apostar decididamente por desarrollar la tecnología de captura y almacenamiento o transformación del CO2 que reduciría, casi totalmente, las emisiones de este gas a la atmósfera, y permitiría seguir disponiendo del único combustible fósil del que dispone este país que ayuda a contener los precios de la electricidad –lo que en Asturias está evitando, sin ninguna duda, la deslocalización o el cierre de la mayoría de la industria electrointensiva de nuestra región–, garantiza la seguridad energética nacional, sirve de respaldo a las energías renovables y permite el mantenimiento de miles de puestos de trabajo, la mayoría de ellos en territorios donde es muy complicado el establecimiento de cualquier otro tipo de industria.

    En el caso concreto de Hunosa debemos decir que esperamos conocer del nuevo presidente de SEPI, las “oportunidades” que, según la Ministra, nos ofrece esta transición energética, porque lo que sí conocemos son las realidades que en la minería han venido provocando estos últimos tiempos, y que nos son otras que el cierre paulatino de las explotaciones mineras, el despido de cientos de trabajadores y la ruina para esos territorios carboneros.

    En CCOO de Hunosa exigimos conocer esas nuevas “oportunidades” que nos va a traer la transición energética y que se implanten y pongan en funcionamiento antes de acabar con las “realidades” que ahora tenemos.

    No nos oponemos al camino que hay iniciado para lograr una transición energética, pero siempre y cuando sea justa y acompasada en el tiempo, de forma que no deje a los trabajadores, a las empresas, a los territorios y a las regiones en la cuneta.

    Hunosa puede y debe seguir siendo una empresa energética. Tiene los recursos humanos, la capacidad técnica y las infraestructuras necesarias para compatibilizar la continuidad de la extracción de carbón, la investigación de la captura y almacenamiento o transformación del CO2 y el desarrollo de nuevas fuentes de energía verdes.

    SEPI tiene la obligación de que Hunosa, siendo la única empresa minera pública de este país, sea un ejemplo de transición justa y acompasada en el tiempo de manera que todos los trabajadores y trabajadoras tengan asegurado su futuro laboral y la empresa siga siendo principalmente energética.

    Desde CCOO hemos venido demandando, desde la firma del Plan en 2014, tanto en el interno de la empresa como públicamente, no sólo el cumplimiento de los parámetros de inversiones y producción de carbón, sino una apuesta clara y decidida de SEPI y la dirección de Hunosa por la planta de CO2 de La Pereda, por la instalación en la escombrera de Reicastro de una central de biomasa, por la investigación para el aprovechamiento del gas metano existente en las capas de carbón con fines comerciales, así como del agua de mina para la generación eléctrica, además de mostrar nuestro continuo apoyo a las nuevas energías que desde el Departamento de Nuevos Desarrollos en Hunosa se vienen implantando con mayor o menor éxito como son la geotermia, la biomasa y el biogás.

    Hunosa tiene reservas suficientes para mantener la actual extracción de carbón durante muchos años, algo que no sólo nos permitiría mantener el volumen actual de plantilla, sino que podría generar nuevo empleo directo e indirecto en ambas cuencas mineras, permitiría que la Central Térmica de La Pereda siguiera quemando carbón propio y estériles de escombreras, tal como viene haciendo hasta ahora –ayudando a regenerar espacios degradados por la actividad minera y generando terreno industrial–, y posiblemente diéramos tiempo a finalizar el proceso de investigación de captura y almacenamiento o transformación del CO2 que Hunosa lleva a cabo en la planta piloto que tiene ubicada en dicha instalación.

    Que Hunosa y estas Cuencas Mineras tengan futuro o no depende de una decisión política que ahora le toca tomar al nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez, quien debe decidir entre cumplir su compromiso con estos territorios o aceptar la política energética de aniquilación, a corto plazo, del sector de carbón en España anunciada por su ministra Teresa Ribera, lo que llevaría al desastre económico y social a esta región.

    En unas comarcas donde el índice de paro dobla al del resto de Asturias, el mantenimiento de la extracción de carbón y, por tanto, de todo el empleo directo e indirecto que genera Hunosa es un objetivo irrenunciable. Y que nadie tenga la menor duda que CCOO no va a dejar de luchar por el futuro de Hunosa y de las Cuencas Mineras.