CCOO de Industria | 25 abril 2024.

Editorial

El absentismo en el AENC

    El empeño obsesivo de empresarios y políticos con el absentismo viene de muy lejos. Para ellos, absentismo es todo el tiempo de trabajo que no es efectivo. No importa que sean permisos remunerados, es decir, ejercicio de derechos como el permiso de maternidad o la reducción de jornada o la asistencia médica o un accidente de trabajo o el uso de las horas sindicales. ¡Todo ello baja la productividad!

    El AENC recientemente firmado confirma sin lugar a dudas que lo que realmente preocupa a los empresarios- de aquí la exigencia unilateral de que constara en el texto- no es la salud del trabajador o trabajadora sino la productividad. No es nuestra visión pero en el Observatorio que debe constituirse se abre un campo de batalla ideológico desde el que trasmitir a la sociedad esta realidad y ganar su favor para modificar la legislación que tanto daño hace a la salud de los trabajadores y trabajadoras.

    30/07/2018. CCOO de Industria
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    “Una parte variable del 1% ligada a los conceptos que en cada convenio se determinen, como la evolución de la productividad, resultados, absentismo injustificado y otros, en base a indicadores cuantificados, medibles y conocidos por ambas partes” Texto AENC 2018-2020.

    “La actual situación del absentismo en nuestro país, requiere la creación de un observatorio que en el plazo de 6 meses emita un informe a partir del cual se puedan realizar pruebas piloto que puedan mejorar todas las situaciones de absentismo no deseado” Texto AENC 2018-2020.

    “Los sindicatos han acordado con la patronal acelerar la vuelta al trabajo de las personas de baja. El preacuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva para los años 2018, 2019 y 2020, pone el foco sobre el “absentismo no deseado”. Se trata de un fenómeno que genera pérdidas de más de 8.000 millones de euros, según los cálculos de las organizaciones empresariales.

    Para los empresarios el absentismo no deseado es aquel que se produce a consecuencia de la saturación en la sanidad pública y la demora en la atención sanitaria en el momento de dar el alta. Una anomalía que provoca que el trabajador no pueda recibir el alta desde la Seguridad Social cuando está en condiciones de volver a su empleo”. Eldiariohoy.es

    La obsesión de las empresas y de sus representantes políticos con el absentismo viene de muy lejos y siempre el discurso productividad / absentismo es recurrente. El AENC recientemente firmado confirma sin lugar a dudas que lo que realmente preocupa a los empresarios- de aquí la exigencia unilateral de que constara en el texto- no es la salud del trabajador o trabajadora sino la productividad entendida tal como mandan los manuales de economía: la medida económica que calcula cuantos bienes y servicios se han producido por cada factor de producción (trabajador, capital, equipo,..) durante un periodo de tiempo determinado. Y leída por “expertos” de parte” La productividad laboral relaciona la producción obtenida y la cantidad de trabajo empleada” y el absentismo es todo el tiempo de trabajo que no se considera efectivo. Este criterio choca con derechos fundamentales como la conciliación de la vida laboral y familiar o los permisos legalmente establecidos.

    El relato dominante que atribuye al absentismo laboral la reducción en la competitividad de las empresas al generar problemas organizativos e incrementar los costes y asociarlo al exceso de duración de las bajas, a la ineficiencia de la seguridad social o directamente al fraude de los trabajadores en realidad esconde la realidad: el fracaso de la gestión empresarial tanto de la organización del trabajo, amparada en una reforma laboral que da patente de corso a las formulas más descabelladas de trabajo y flexibilidad como de los riesgos laborales y de los daños causados. No olvidemos que las Mutuas son asociaciones de adscripción empresarial voluntaria.

    Como consecuencia de este discurso vacío, interesado e inmoral las políticas aplicadas se han reducido a un conjunto de recortes de prestaciones y a medidas cuasi policiales responsabilizando al trabajador y a la trabajadora del absentismo y de la baja productividad.

    El AENC cuya oportunidad y eficacia en otras materias es indudable debe convertirse en una oportunidad para abrir la puerta a un debate social, político y laboral necesario y urgente donde Comisiones Obreras de Industria tiene mucho que decir y sobre todo mucho por lo que luchar.

    Sirvan de ejemplo las declaraciones reseñadas de representantes de CEOE al medio eldiariohoy.es sobre “la saturación en la sanidad pública y la demora en la atención sanitaria en el momento de dar el alta”. Para nuestro sindicato es imperativo recuperar los recortes a la sanidad pública pero, además, es posible abrir también un espacio para aprovechar los medios médicos de las Mutuas bajo la tutela de los servicios públicos de salud.

    Nuestro punto de partida es simple, como explicó muy bien un compañero en el último Comité de Secciones Sindicales: “las empresas se preocupan por el impacto de la salud de los trabajadores sobre el trabajo, los trabajadores nos preocupamos del efecto del trabajo sobre nuestra salud”. Son vectores opuestos cuya resultante se debe dirimir en el seno de la sociedad donde, sin duda, la defensa de la salud y de la vida prima por encima de los enormes dividendos, beneficios y márgenes mercantiles.