CCOO de Industria | 29 marzo 2024.

IG Metall, MCA-UGT y CCOO de Industria firman un manifiesto conjunto en demanda de una política industrial

    El secretario de Relaciones Internacionales de IG Metall, Wolfgang Lemb, y los secretarios generales de MCA-UGT y de CCOO de Industria, Carlos Romero y Agustín Martín, respectivamente han suscrito hoy un manifiesto conjunto en el que exigen un cambio de rumbo en la política económica europea que sitúe a la política industrial como objetivo prioritario. Los tres sindicatos consideran un error adaptar el nivel de precios en base a recortes de los salarios, desregulación de los mercados de empleo y de ataques contra los derechos de los trabajadores.

    21/03/2014.

    Cerca de 34 millones de trabajadores y trabajadoras en Europa están empleados en la industria, 7,9 millones en Alemania y 2,2 millones en España según Eurostat. Tanto MCA-UGT como CCOO de Industria e IG Metall consideran necesario que los gobiernos de ambos países y la Comisión Europea apuesten decididamente por una política industrial activa que sitúe a la industria en el centro de la economía, de la innovación y de las exportaciones.

    Frente a la apuesta por la industria, la política económica europea ha optado por una política de austeridad. Las consecuencias de esta política de los recortes estrangulan el crecimiento y la creación de puestos de trabajo de calidad. La desindustrialización y la reducción del empleo en Europa continúan aunque la crisis demuestra claramente lo importante que es la industria para las economías nacionales en Europa. En este contexto, las federaciones de industria de ambos países consideran que España debe renunciar a competir mediante salarios bajos y la precarización laboral, y ambos países deben continuar desarrollando su industria.

    Por ello, desde CCOO de Industria, MCA-UGT e IG Metall exigimos un cambio de rumbo en la política económica y financiera europea y de ambos países basada en:

    ? Una nueva política industrial que concentre las fuerzas de la política, la industria, la ciencia, los sindicatos y las asociaciones, y haga posible unos diálogos intensos en toda la economía y los sectores.

    ? Un sistema de informes estructurales periódicos iniciado por los Gobiernos en Alemania y España que señale las necesidades de actuar en la política industrial y que servirá de base para el desarrollo de programas para el fomento de sectores individuales, tecnologías y sistemas de producción con bajo consumo de recursos.

    ? Una renovación estratégica de la industria que esté integrada en una economía de mercado ecológica, social y sostenible. Por ello exigimos a la Comisión Europea y a los Gobiernos nacionales que pongan en práctica el plan de inversiones de la CES (inversión en infraestructuras del 2% del PIB de la Unión Europea durante diez años), de forma que movilice medios financieros para un programa europeo de inversión y construcción mediante un fondo de futuro para Europa que ofrezca a los inversores una forma alternativa y no especulativa de invertir.

    ? Identificar actividades clave por un lado, y, por el otro, invertir en ellas. Un área de actuación importante de la política industrial es una reestructuración ecológica de la industria.

    ? La modernización sostenible de nuestra industria sólo puede ser exitosa si el proceso es configurado en común y en el marco europeo. Es indispensable la integración del mercado energético europeo.
    ? Acceso a los créditos bancarios para financiar los proyectos de las empresas de menor dimensión (pymes). Demandamos especialmente al Banco Europeo de Inversiones (BEI) que haga sus deberes y dé a las pequeñas y medianas empresas acceso a créditos.

    ? Abordar una correcta política industrial desde una perspectiva sectorial.

    ? Llevar a cabo una ofensiva para la formación y la cualificación de los trabajadores. El cambio estructural en la industria requiere un desarrollo de la capacitación de los trabajadores con un fomento más intenso de la formación profesional y continua.

    ? Fortalecer el diálogo social europeo que sobrepase el derecho de información y consulta y aborde la negociación y el acuerdo entre las partes, así como una verdadera implicación. El diálogo social debe sustentar la definición y el diseño de la política industrial.

    El cambio de la política económica europea exige una estrategia basada en el consenso y coordinación de los agentes sociales implicados, de los sindicatos, la economía y la política, sobre todo ahora que tanto la Comisión como el Parlamento Europeo han tomado conciencia de la importancia de la industria en el bienestar económico-social de Europa.

    Consideramos un error adaptar el nivel de precios en base a recortes de los salarios, a  la desregulación de los mercados de empleo y a los ataques contra los derechos de los trabajadores.
    El objetivo de los tres sindicatos es crear una Europa social, económicamente fuerte y democrática que dé prioridad a la defensa de los derechos sociales. Una Europa social no es compatible con la política de austeridad. En lugar de ello necesitamos una política que estimule la economía y saque adelante su cambio socioeconómico para crear más puestos de trabajo y unos puestos de trabajo mejores.