CCOO de Industria | 25 abril 2024.

La Xunta, gran ausente en la crisis del Covid-19

    Estamos, muy probablemente, ante la situación más compleja que hemos enfrentado como personas, como familias, como trabajadores y como organización sindical. Nos gustaría pensar que, de este escenario tan complejo, aprenderemos algo que nos ayude en la construcción colectiva de un futuro mejor, que no deje a nadie atrás.

    15/04/2020. CCOO de Industria Galicia
    Xunta de Galicia

    Xunta de Galicia

    Estamos ante una causa sobrevenida, desconocida e impredecible. Muy complicada de gestionar a todos los niveles, para cualquier Gobierno, cualquier Administración, en la que toque decidir el rumbo a tomar para doblegar esta pandemia.

    Desde CCOO de Galicia, desde nuestra Federación de Industria, también enfrentamos y afrontamos la complejidad diaria de miles de trabajadores y trabajadoras, también de empresarios y autónomos que han visto cómo sus proyectos se desmoronan y peligra su sustento diario. Tristemente, también están aquellos y aquellas que intentan sacar un rédito económico y/o político en vez de ponerse a disposición del conjunto de la ciudadanía gallega para ayudar, proponer y cooperar en esta situación de emergencia nacional. Toca, primero, combatir el Covid19, y después, afrontar y paliar sus consecuencias exigiendo responsabilidades.

    En Galicia, hasta el día de hoy, llevamos 7.494 casos detectados y 372 fallecidos. Esto es lo que nos tiene que centrar y en este esfuerzo nos debemos concentrar. Y lloraremos, claro que lloraremos, unos por los suyos y otros por los demás y algunos incluso se dará cuenta de que lloran por una sanidad pública privatizada, por unas residencias de ancianos, las de nuestros abuelos y abuelas, inadecuadas, desamparadas, mal gestionadas, también abandonadas a intereses economicistas e incluso por los bajos salarios que tienen aquellos que hoy son esenciales para nuestra salud.

    Lloraremos porque la desindustrialización y la falta de políticas industriales consumirá ingentes cantidades de dinero público en la compra de materiales esenciales y básicos que no se deberían haber permitido deslocalizar, recursos que podrían utilizarse en las personas, que hoy, lo están pasando mal.

    Miles de trabajadores y trabajadoras gallegas hoy se enfrentan a un ERTES autorizados por el Gobierno del Estado que nos permitirá reanudar la actividad económica, con suerte, una vez esto pase. Lo peor, las miles y miles de personas que han sido despedidas la espera de ser contratados de nuevo, en el mejor escenario.

    Y mientras a la Xunta de Galicia ni está ni se la espera. En el marco de sus competencias, no trabaja ni ejecuta medidas complementarias que ayuden a paliar las consecuencias del Covid19. La Xunta ahonda en su desprecio a los ciudadanos gallegos, en su desprecio a la clase obrera gallega como a los miles de autónomos y pequeños empresarios que están sufriendo los duros envites de esta crisis.

    CCOO de Galicia, y la Federación de Industria, que es la nuestra, la más grande y numerosa dentro de esta estructura sindical, nos hemos puesto al servicio de los trabajadores y trabajadoras gallegos, afiliados o no, desde el primer día, intentando ayudar, aportar y colaborar, con nuestra experiencia, que pese a algunos, es mucha y de calidad y desde la realidad que nos proporciona el día a día con todos ellos.

    Y como no podía ser de otra manera, también nos pusimos a disposición del Gobierno de la Xunta de Galicia y de sus diferentes Consellerías, como siempre, sin dobles vueltas, sin intenciones escondidas, sin ánimo de molestar, con humildad, con la única intención de mejorar las condiciones laborales y en este caso sanitarias del conjunto de los ciudadanos y ciudadanas gallegas, entendiendo que es la única manera de luchar contra lo desconocido.

    E hicimos nuestras propuestas, propuestas trabajadas, consensuadas, razonables, necesarias y urgentes. Y la Xunta de Galicia no sólo no las estudió, si no que ni las debatió y ni tan siquiera nos las negó. El silencio fue su gran respuesta. El silencio a propuestas como la petición de información diaria y completa de los expedientes de regulación presentados en Galicia, como la petición de completar hasta el 100%, las cantidades recibidas por los trabajadores y trabajadoras en el desempleo o como la petición de un bono extraordinario de conciliación de 500 euros para familias en las que uno de los dos progenitores precise acogerse a la dispensa del trabajo por guarda legal o cuidado de menores -derivado del cierre de los centros escolares y de los centros de día- .

    También ofreció silencio a cuestiones como la propuesta de hacer las pruebas del COVID-19 a todo el personal sanitario, a la propuesta de un plan de inspección urgente de la autoridad sanitaria para todos los centros de mayores privados, a la prohibición de la libertad de horarios, a la propuesta del mantenimiento de los contratos públicos mientras dure el estado de alarma, a la petición de ayudar a colectivos que cuentan con características especiales como son el sector pesquero y el colectivo de empleadas del hogar o a la petición de validar los protocolos de seguridad de los centros de trabajo. Todas ellas peticiones realizadas por CCOO de Galicia a la Xunta de Galicia antes del 20 de marzo de manera clara y explícita.

    La falta de respeto hacia CCOO es patente, y por extensión, al conjunto de trabajadores y trabajadoras gallegas que representamos. Una vez más la inacción como pareja de baile del Gobierno autonómico gallego.

    Ahora ofrecen silencio, sí, pero cuando acabe todo ello, tendrán que explicar muchas cosas. Tendrán que explicar la situación de precariedad en la que todos y cada uno de los sanitarios gallegos tuvieron que sobrevivir en esta crisis sanitaria, tendrán que explicar la situación de abandono en la que se encontraban nuestros abuelos, tendrán que explicar la políticas sobre industrialización, sobre digitalización, sobre industria 4.0 que ahora se descubren vacías ante la falta de capacidad de realizar teletrabajo o, simplemente, de que nuestros niños y jóvenes, no puedan continuar con sus estudios telemáticamente desde casa. Tendrán que explicar las consecuencias de las crudas políticas neoliberales encaminadas a engrosar las fortunas de los más ricos dejando de lado el bienestar de todos los gallegos y gallegas.

    Artigo de opinión

    Eugenia F. Fajardo

    Economista e Rep. Organización CCOO Industria Galicia