CCOO de Industria | 28 marzo 2024.

Juan José Picazo: “En el País Valencià nos encontramos con patronales agrarias que viven en otro siglo”

  • El secretario general de CCOO de Industria del País Valencià está muy satisfecho con el cambio generacional que se ha producido

Diecisiete años después de incorporarse a la Federación Minerometalúrgica de CCOO de Industria del País Valencià como responsable de Comunicación, Juan José Picazo acaba de asumir la secretaría general de su hermana mayor. Explica en esta entrevista que la región “tiene un problema serio”. Le preocupa que Ford todavía no tenga claro su futuro y la profunda precariedad del sector agrario. “El campo es industria”, afirma tajante. Por lo tanto, “debe tener las mismas condiciones laborales”.

21/07/2021. CCOO de Industria

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¿Cuál es la situación del auto en el País Valencià?

Contamos con un problema serio y es que Ford todavía no tiene claro cuál es su futuro. Todas las marcas parece que están apostando por el coche eléctrico y aquí en Valencia todavía hay muchas dudas. El fabricante está realizando muchísimos ajustes por la poca carga de trabajo que tienen y por la falta de un plan de futuro y eso repercute en las empresas auxiliares. 

Nuestro principal problema es intentar tratar al sector del auto como un todo. No nos interesa tener al fabricante por un lado y a la empresa auxiliar por otro, porque donde tenemos más músculo es en la empresa auxiliar y es donde menos podemos incidir porque sufrimos las consecuencias del fabricante. 

Aquí sí que se tiene que implicar la Administración. Necesitamos un plan industrial dentro del País Valenciano que contemple las peculiaridades del País Valenciano, y donde garantice que el sector del auto tiene futuro, porque ahora mismo es uno de los sectores motores de la industria valenciana.

¿Cuáles son las propuestas de CCOO para una industria fundamental?

Necesitamos que Ford garantice primero el futuro con nuevos modelos. Todos somos conscientes de que tenemos que ir hacia una industria más sostenible. Ahora mismo el sector del auto pasa del motor de combustión al eléctrico, pero para esto necesitamos garantizar una transición que forme a los trabajadores, tanto de Ford como de las empresas auxiliares, en una nueva realidad. 

Para eso tenemos que convencer a la Administración de que colabore. Sabemos que está colaborando con Ford, puesto que es el motor de la economía valenciana. Le está apoyando económicamente, pero esos aportes de recursos tienen que verse traducidos en el mantenimiento del empleo y un empleo de calidad para todo el sector, también para las empresas auxiliares, no solo de Ford. 

Los institutos tecnológicos tienen que jugar un papel fundamental, puesto que esa industria a la que aspiramos pasa por producir de una forma más sostenible y por fabricar elementos de un mayor valor añadido. Es decir, que los componentes del vehículo se fabriquen también aquí. 

¿Qué papel juega la Administración?

Siempre encontramos una mano amiga en la Administración. Bien es cierto que luego las dificultades, y la burocracia, complican la situación. Nos gustaría que fuesen las cosas más rápidas porque las buenas intenciones, si no se ven reflejadas en el día a día de la gente, no sirven demasiado.

Hay un buen ejemplo que tenemos, que es el de una empresa del textil, Marie Claire, que llevaba muchísimo tiempo en peligro. La intervención de la Administración ha garantizado la continuidad de esa empresa, una empresa que garantizaba el futuro de una comarca entera, porque casi todo dependía de ella. La Administración ha entendido que no podía abandonar ni la industria ni la comarca y, al final, hemos conseguido cerrar un acuerdo que garantiza un futuro a corto plazo seguro y la posibilidad de mantener objetivos a medio y largo plazo. Esa es la línea que tenemos que llevar. El ejemplo de Marie Claire tendríamos que trasladarlo a todos los sectores del País Valenciano.

¿Qué está ocurriendo en el campo de la región?

La realidad es que nos encontramos con patronales y con empresarios que viven en otro siglo. Es un sector donde mayoritariamente trabajan mujeres, sobre todo en la naranja, y donde todavía se mantiene esa vieja idea de que el salario de la mujer era complementario al del hombre. Por lo tanto, importa menos las condiciones en las que trabajan porque, al final, es una ayuda para la casa. Todavía hay quien mantiene esta teoría. Ahí nos encontramos con dificultades, no solo en lo laboral, si no en la percepción de la sociedad que tienen. No les cabe en la cabeza que una persona del sector del manipulado de frutas y hortalizas pueda valerse por sí misma con su trabajo diario. 

¿Cuáles son las reivindicaciones del sindicato?

La primera propuesta, por muy absurda que parezca, es que se cumpla con la legislación. En el campo estamos peleando por que se alcance el salario mínimo en muchos sitios y categorías. A partir de ahí, consideramos que el sector del campo es industria también y, por lo tanto, tiene que tener las mismas condiciones que el sector del auto, del que estábamos hablando antes. No hay ninguna diferencia en una cadena de naranjas, que en una cadena de tapacubos de coches. Sabemos que hay trabajos complicados, como pueden ser los de la recolección, y ahí es fundamental la intervención de la Administración, sobre todo de la Inspección de Trabajo, para luchar contra el fraude. 

¿Cómo os habéis fortalecido en el proceso congresual para afrontar los desafíos que tenéis por delante?

Una de las cosas que tenemos claras es que tenemos que volcar todos nuestros recursos en los centros de trabajo, sobre todo en las pymes. Para eso estamos trabajando, también, con secciones sindicales que tienen la posibilidad de aportar recursos al trabajo de la federación en todas las comarcas. 

Desde el primer día, ya a la hora de configurar equipos, hemos estado viendo la necesidad que teníamos de combinar gente con experiencia con gente nueva que, en un plazo breve, se haga con las riendas del sindicato. Una de las cosas que a mí me alegran es que esto ha sido compartido por todo el mundo y ya se puede ver un cambio generacional en las estructuras, en la gente que va a visitar las empresas en los equipos de atención y, también, en la gente que se está implicando en las secciones sindicales. En este sentido, por lo tanto, máxima satisfacción. 

¿Impulsar la afiliación es imprescindible para conseguir vuestros objetivos?

La afiliación es fundamental. Es lo que nos va a permitir poder desarrollar todo lo que estamos diciendo y lo que ponemos en los papeles. Si no trabajamos la afiliación, si no la aumentamos, esto se va a quedar en absolutamente nada. Porque ya decidimos, y creo que con buen criterio, valernos de las cuotas de nuestros afiliados. Por lo tanto, tenemos que tener claro el sindicato que nos podemos permitir. Y nos podemos permitir el sindicato que las cuotas de nuestros afiliados nos den, por lo tanto es una cuestión de supervivencia. 

¿Cuáles son vuestras aspiraciones en el próximo proceso de elecciones sindicales?

Tenemos que ganar las elecciones y ganarlas con gente joven. Nuestras listas tienen que ir con mujeres y con jóvenes en las empresas, que permitan hacer la transición de la que venimos hablando. La victoria en las elecciones sindicales no es solo una cuestión numérica en las mesas de negociación, también es prepararnos para garantizar el mantenimiento de nuestra organización, y eso también lo tenemos que trabajar. 

¿Es la igualdad uno de vuestros grandes retos?

La negociación de los planes de igualdad es un reto y una oportunidad, que va a ser costosa, desde luego, porque el volumen es muy amplio. La Administración, que nos ha dado este caramelo, y que lo hemos aceptado, tiene que ser consciente de que las organizaciones necesitan recursos para hacer esto medio bien y para poder llevar a cabo lo que han diseñado las grandes mentes. 

¿Quién es Juan José Picazo? ¿Cuál es tu trayectoria sindical?

Vengo de una empresa de automoción, de componentes del auto. En 2004 entro en Comunicación en la Federación Minerometalúrgica de CCOO de Industria del País Valencià y luego paso a la responsabilidad de Empleo. En el último periodo estuve en Acción Sindical y en Política Industrial y ahora me incorporo a la secretaría general. Creo que la gente debe mantener su mismo compromiso y su mismo grado de responsabilidad, independientemente de la secretaría que ocupe.