CCOO de Industria | 24 abril 2024.

CONTINÚA LA RECUPERACIÓN DEL EMPLEO INDUSTRIAL BASADA EN LA FLEXIBILIDAD EXTERNA SOBRE EL EMPLEO FEMENINO

    Según los resultados de la EPA del segundo trimestre de 2021, publicada este jueves 29 de julio, hay empleadas 2.665.100 personas en el sector industrial. Lo que significa, en términos intertrimestrales (en los últimos tres meses) un ligero incremento del 0,9% respecto al primer trimestre, al incorporarse 22.900 personas a la ocupación en el sector industrial, retomando así la pauta de crecimiento en este trimestre que presentaba en 2019 (antes de la pandemia).

    29/07/2021.
    Estadísticas- Foto de Pexels.com

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    La variación ha sido bien distinta según el género, puesto que crece más entre los hombres, que aumentaron su número en 25.700 (un crecimiento trimestral del 1,3%) en tanto que en el caso de las mujeres la reducción del empleo ha sido del 0,4%, al salir del empleo 2.800. Con esta variación, el empleo masculino industria queda en 1.967.000, mientras que el femenino se redujo hasta las 698.100 mujeres en este trimestre, siendo el segundo consecutivo que reduce empleo femenino, quedando el número de ocupadas lejos de las 758.300 que se contaban antes de la pandemia. Parece que el proceso productivo industrial ejerce una flexibilidad externa sobre la mano de obra femenina como política de gestión a la hora de adaptar la demanda de fuerza de trabajo a los requerimientos de la actividad productiva.

    Aunque como viene siendo habitual, la variación del empleo asalariado industrial pivota sobre el empleo temporal, puesto que ha crecido un 2,6%, al incorporarse 10.600 personas; afectando esta precariedad a un total de 420.100 personas, el 17,32% de la población asalariada, tasa algo superior a la del trimestre anterior, repuntando así la precariedad.

    El papel de la segmentación en virtud del género se vuelve a dejar notar en la evolución de la precariedad, puesto que el número de mujeres temporales en el sector se sigue reduciendo (un 4,7% en los últimos tres meses), mientras que el de los hombres crece un 5,9%. En total, son 298.500 hombres temporales y 121.600 mujeres, lo que sigue dando una tasa de feminización de este empleo precario superior a la que podemos observar en el empleo industrial total. También se hace patente la segmentación en virtud de la edad y la aplicación de la variabilidad sobre la población joven, ya que el número de personas jóvenes que trabajan en el sector se ha incrementado en casi un 7% en los últimos tres meses, cuando en el trimestre anterior se redujo en un 9,5%.

    El desempleo industrial se ha reducido en 43.300 personas en este trimestre (un 22,2%), alcanzando las 151.400 personas; 97.500 hombres y 53.000 mujeres, con lo que la tasa de feminización del desempleo es del 35,6%, también mucho más alta que la de la población ocupada en la Industria. Hay que recordar que esta reducción del desempleo no corresponde a una absorción por la ocupación en el sector, puesto que supera la generación de empleo (que fue de 22.900 como hemos dicho), sino que corresponde a la salida definitiva del sector de 20.400 personas, de las que 10.700 son mujeres. 

    Así que la repercusión de la crisis sobre el sector industrial se está saldando con un efecto que no es la primera vez que vemos, y es la reducción de la población activa industrial, que se hace más patente en términos interanuales. Respecto al mismo trimestre del año 2020, se han generado 22.800 empleos industriales, un 0,9%, con lo que la recuperación de la actividad productiva se está paliando con un incremento de la intensidad con la que se aplica la fuerza de trabajo, con preferencia al incremento de los efectivos laborales.

    El desempleo industrial se ha reducido en 80.200 personas en los últimos 12 meses, un 34,6%, como consecuencia de la salida del sector de 57.400 desempleados en el último año.

    CCOO de Industria, considera apremiante y prioritario utilizar la financiación europea y los próximos presupuestos generales del estado en la consecución de una transformación justa y sostenible de la industria, recogiendo el apoyo que requiere la nueva movilidad y la transición energética, con la finalidad de mejorar la posición de nuestras industrias en la cadena de valor global.

    Por tanto, Comisiones Obreras sigue reclamando un Plan Estratégico Industrial acordado por todos los agentes del sector como eje esencial para afrontar los cambios que garanticen un sector industrial inclusivo, que fije como objetivo estratégico prioritario la inserción de alta calidad en el sistema productivo global, para lo que se necesita una planificación a medio y largo plazo en cuanto a las inversiones en I+D+i, en capital humano mediante la formación a todos los niveles y la generación de competencias y habilidades sectoriales estableciendo un marco de relación directa entre instituciones científicas y educativas y el sistema productivo empresarial, así como una mejora de la utilidad y del valor de las infraestructuras físicas y tecnológicas.