CCOO de Industria | 29 marzo 2024.

La Asociación de Víctimas de Amianto, CCOO y UGT se concentran frente al Congreso de los Diputados para exigir la aprobación del fondo de compensación del amianto

  • CCOO de Industria exige al Gobierno resarcir el dolor de las víctimas del amianto

Ayer 4 de noviembre tuvo lugar la concentración frente a las puertas del Congreso para exigir, de una vez, la aprobación del fondo de compensación para las víctimas del amianto, enredado en plazos parlamentarios que dificultan o dilatan su tramitación definitiva. Todavía está por diseñar las vías de financiación y otros derroteros que, en ningún caso, puede ser un impedimento para el resarcimiento de las víctimas.

05/11/2021.

URL | Código para insertar

La Asociación de Víctimas de Amianto, CCOO y UGT se concentraron ayer 4 de noviembre frente al Congreso de los Diputados para exigir la aprobación del fondo de compensación del amianto

La Asociación de Víctimas de Amianto, CCOO y UGT se concentraron ayer 4 de noviembre frente al Congreso de los Diputados para exigir la aprobación del fondo de compensación del amianto

Basta un dato para entender la gravedad de la cuestión: se estima que morirán en las próximas décadas en torno a 50 mil personas por exposición al mineral. 50 mil personas que, directa o indirectamente, estuvieron relacionados con placas onduladas o tuberías de fibrocementos, placas acústicas, fijación de baldosas o mezclados de pinturas o material plástico sin las medidas preventivas ni protocolos que garantizaran su derecho a la protección efectiva de la salud. De relieve queda, por su mediatización, el drama del sector ferroviario o la industria naval ante casos de exposición accidental que se extienden hasta nuestros días.

Adicionalmente a la creación del fondo de compensación, nuestro país debe abordar un ambicioso plan de desamiantado en los próximos años; ya que, aunque erradiquemos el mineral de los centros de trabajo, su uso y extensión desde mediados del siglo XX hace que el paisaje urbano esté repleto de este mineral, cuya amenaza de alojo de fibras al aire es permanente si no damos enfoque adecuado al desamiantado de nuestra sociedad. Dar cobertura adecuada a hospitales, colegios, viviendas u otros edificios, a día de hoy sin inventario alguno por parte de Administraciones Públicas que advierta del peligro. Tarea, en todo caso, titánica, que debe acometerse paralela a la creación del fondo con determinación por nuestro Gobierno.

A la cita de ayer 4N acudieron un centenar de compañeros y compañeras, entre ellos CCOO de Industria, cuyo objetivo principal consistió en el resarcimiento de los daños causados por este carcinógeno: tanto en su exposición laboral como sus efectos indirectos; dramáticamente visibilizado en el fallecimiento de esposas (todos los registros hasta la fecha hablan de mujeres) de extrabajadores en contacto con este tóxico al contacto con la ropa de trabajo. De relieve queda la comitiva presente desde CCOO-Valladolid para esta movilización o los compañeros y compañeras de la antigua fábrica de Uralita en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), cuya sensibilización está lejos de toda discusión.

Para el histórico conviene citar la descontaminación de la ropa de trabajo por parte de empresas -además de otras medidas como la separación de la ropa de trabajo y la de calle- conquistada por parte de las personas trabajadoras y plasmadas también en el RD 665/1997, cuyo principio inspiracional estuvo en el artículo 138 de la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Aún así, en la actualidad, todavía cuesta aplicarlo en empresas con exposición a cancerígenos ante la falta de rigor en la identificación y evaluación de riesgos -basta echar un vistazo a compañeros y compañeras de estaciones de servicio para ver las dificultades a la que nos encontramos.

Además del fondo de compensación que ampare a la víctima -condenada al ostracismo de años de lucha en el terreno de la judicatura-, el diseño de esta política pública debe extenderse hacia la implantación de coeficientes reductores y una extensión de los protocolos de vigilancia de la salud ante la exposición directa e indirecta al amianto sostenida en el tiempo, además de la canalización de estas dolencias mediante el reconocimiento de enfermedad profesional.

Necesitamos erradicar este mineral de nuestras vidas por ser un problema de salud pública, medioambiental y laboral de primera magnitud.