CCOO de Industria | 29 marzo 2024.

Artículo de opinión sobre la reforma laboral de Garbiñe Espejo, secretaria general de CCOO de Industria

  • “Esta reforma escribe un punto y seguido para continuar avanzando, tanto en derechos como en esa nueva realidad en el ámbito de las relaciones laborales que acompañe al cambio de modelo productivo que ya estamos viviendo”

El diálogo social, sin duda, ha mostrado su fortaleza y valía para la protección social y del empleo de nuestro país en el contexto de la actual crisis. Los mayores representantes de los intereses del empresariado, de las personas trabajadoras y del conjunto de la ciudadanía de este país, lejos de amenazas que pudieran haber estado lideradas por intereses de parte cortoplacistas, nos creímos la oportunidad de atravesar la crisis desde el entendimiento y la concertación.

29/12/2021.
Garbiñe Espejo, Secretaria General de CCOO de Industria

Garbiñe Espejo, Secretaria General de CCOO de Industria

Prácticamente a contrarreloj, sindicatos, patronal y Gobierno ya logramos a través de los ERTE Covid, que la destrucción del empleo fuese inferior a la caída del PIB, anteponiendo la protección social para el conjunto de los y las trabajadoras. Lo conseguimos entonces y lo hemos vuelto a hacer con el acuerdo en materia de reforma laboral.

Tras intensos meses de negociación podemos decir con orgullo que hemos alcanzado un acuerdo desde la concertación social en materia de reforma laboral que recupera derechos y que, por primera vez en nuestra historia, cambia el rumbo y la lógica con la que se ha entendido el mercado de trabajo y las relaciones laborales desde los diferentes gobiernos en las últimas décadas.

Y ese es el binomio desde el que valoramos positivamente el acuerdo sobre reforma laboral: recuperar derechos y cambiar la lógica existente del mercado de trabajo y de las relaciones laborales.

Como era de esperar, es mucho el ruido e interés mediático que gira en torno al acuerdo y precisamente por este motivo, saldremos a la calle, al polígono, a la fábrica, al campo, en definitiva, al centro de trabajo a defender y explicar a nuestros compañeros y compañeras lo que van a suponer los cambios que hemos acordado.

Recuperamos derechos esenciales para los y las trabajadoras a través del reequilibrio de la negociación colectiva.

El convenio colectivo, el paraguas que protege a las personas trabajadoras de los diferentes sectores, vuelve a estar vigente mientras se negocie uno nuevo que lo sustituya. No volveremos a sentir la amenaza continua de la pérdida del convenio colectivo y que claramente situaba la balanza del tiempo a favor de una patronal que se ha sentido cómoda y ha promovido bloqueos en la negociación colectiva.

Ese convenio sectorial negociado y acordado, será uno de sus mayores antídotos frente a la precariedad laboral sin que el convenio de empresa pueda rebajar los salarios acordados en el sectorial.

Esa posibilidad, la de regular a través de los convenios de empresa salarios inferiores a los pactados en los convenios sectoriales, ha sido durante esta última década desde la reforma laboral del Partido Popular, uno de los factores principales para la devaluación salarial.

Cambiamos la lógica existente del mercado de trabajo y de las relaciones laborales, que ha estado dirigida y marcada en la historia de nuestra legislación laboral por la contratación temporal, utilizada como medida de flexibilidad, y los despidos como alternativa a crisis coyunturales y temporales.

Un acuerdo que marcará un nuevo rumbo en el modelo de contratación, con una importante reducción de los tiempos máximos de contratación temporal. Con el seguimiento tanto de la Inspección de Trabajo como del propio sindicato, conseguiremos que España deje de ser líder europeo en cuanto a tasa de contratación temporal que, fundamentalmente, con rostro de personas jóvenes y mujeres hemos conocido y sufrido históricamente.

Este importante cambio en el modelo de contratación, junto con la figura también acordada de un nuevo ERTE que permita adaptar la jornada de trabajo temporalmente y al trabajador o trabajadora percibir una prestación social sin consumir la prestación por desempleo, y además, poder conjugarla con formación, reducirá sustancialmente la vía del despido como fórmula de flexibilidad por parte de las empresas.

En definitiva, estamos ante una reforma laboral negociada y pactada entre sindicatos, patronal y Gobierno, que escribe un punto y seguido para continuar avanzando, tanto en derechos como en esa nueva realidad en el ámbito de las relaciones laborales que acompañe al cambio de modelo productivo que ya estamos viviendo.