CCOO de Industria | 25 abril 2024.

El ejemplo de Nico Jamones

  • Víctor Manuel Arias Responsable de Juventud de CCOO-Industria CLM Ciudad Real, 26 de junio de 2022

24/06/2022.
Víctor Manuel Arias

Víctor Manuel Arias

De todo proceso electoral en cualquier empresa se pueden sacar conclusiones que permitan aprender y poder avanzar de cara a los siguientes procesos. Ya sea para no tropezar con la misma piedra o para que sirva de ejemplo para el conjunto de las y los trabajadores. 

Las elecciones sindicales en Nico Jamones S.L. nos aportan enseñanzas para ambos casos. Tengo una corta experiencia en el mundo sindical, es más no llega a los tres años, pero he participado y organizado junto a mis compañeros/as un número que se podría decir importante de elecciones sindicales, porque el trabajo en un sindicato como Comisiones Obreras es, cuando menos, frenético.

Pero vayamos a lo que nos atañe: este pasado 10 de junio se celebraron las primeras elecciones para representantes de los trabajadores/as en una de las empresas más importantes de Ciudad Real capital. La misión de este artículo también, pretende intentar explicar cómo se organizan y desarrollan unas elecciones sindicales, que simple vista puede parecer algo sencillo o simple, pero nada más lejos de la realidad.

¿Cómo se hace? Pues para responder a esta pregunta vamos a narrar el ejemplo de estas elecciones para que sirva de ejemplo. Casi tres meses antes de las votaciones unos valientes “espartanos” se acercaron al sindicato para preguntar por sus derechos laborales. 

Lo primero que hicieron fue afiliarse, después de explicarles que les pertenecía y a qué tenían derecho. La segunda idea que intentamos transmitirles era que el sindicato servía para muchas cosas, pero que lo principal era para organizar a la gente. Que nadie vendría mágicamente para cambiar su situación, que su destino, su futuro estaban en sus manos y que podrían cambiarlo a través de su propia organización en su empresa. Porque sobre todo el sindicato somos los trabajadores/as organizados. Una vez todo que esto estaba claro, nos ponemos todos manos a la obra y convocamos las elecciones sindicales, a partir de aquí puede ser que al lector/a les empiece a sonar la historia[1].

Nuestro cabeza de lista fue fulminantemente despedido. El momento del despido lo recordaré siempre como si fuese ayer, cuando el compañero me llama para comunicármelo, te quedas de piedra, pero seguimos adelante. El sindicato no es una persona, ni tres, son muchas organizadas para conseguir fines comunes y ayudar a los trabajadores/as. 

Inmediatamente lo ponemos en conocimiento de nuestra asesoría jurídica; “los abogaos” y empezamos a organizar una respuesta colectiva y organizada. ¿Qué es esto? Pues el lector/a me va a disculpar la expresión, pero como se dice por nuestra zona, pues algo “más viejo que el mear”; la solidaridad de clase. En este momento empezamos a movilizar a todos los delegados/as y afiliados/as del sindicato para que apoyen una concentración a las puertas de la empresa pidiendo la readmisión del trabajador. La respuesta del sindicato fue rápida, organizada y contundente, lo que llevó al empresario a cambiar de opinión y readmitir al trabajador, citándonos a una reunión para comunicárnoslo y entablar relaciones. 

Este hecho que puede parecer a bote pronto algo aislado o sin importancia, fue una victoria con mayúsculas. Porque como se dice en términos jurídicos sienta un precedente y manda un mensaje muy importante que ha retumbado en las paredes de todos los despachos de los empresarios/as de la provincia, que no se puede despedir a nadie por convocar unas elecciones o ser de un sindicato. También a partir de este momento y de forma cómica apodamos al trabajador readmitido en las asambleas como “El Cid”, porque parecía muerto, pero volvió para dar batalla.

Después todo esto, lo siguiente fue coser y cantar. Donde por mucho que presentasen candidaturas con encargados/as para intentar que “todo cambie para que nada cambie”, al mismísimo estilo del despotismo ilustrado, las cartas y la suerte ya estaban echadas. Los trabajadores eran conscientes de la importancia del momento y apostaron por un sindicato de clase para defender sus intereses y derechos. Por ello los resultados nos dieron una mayoría aplastante[2].

Estas elecciones no las ganaron solo los trabajadores/as de Nico Jamones o el sindicato Comisiones Obreras, si no que estas elecciones las ganó el conjunto de la clase trabajadora, porque estaba mucho en juego, sobre todo, nuestra dignidad como clase trabajadora. Porque, en palabras de Karl Marx, a veces el obrero/a tiene más necesidad de respeto que de pan.

Por todo ello el mensaje de este artículo es que se puede luchar y sobre todo se puede vencer. Pero para ellos necesitamos organizarnos en un sindicato, necesitamos organizarnos en Comisiones Obreras. Porque para esto estuvimos, estamos y estaremos los sindicatos de clase. Que este ejemplo llegue a todos esos trabajadores/as que tienen unas condiciones precarias, malas o que simplemente quieren mejorarlas, que sepan que sí se puede, pero unidos/as y organizados. 

Este artículo como las series continuará porque todavía nos queda mucho trabajo por hacer en esta empresa y en el resto, porque prometemos luchar y juramos vencer.

[1] https://www.lanzadigital.com/provincia/ccoo-afirma-que-nico-jamones-ha-despedido-a-un-trabajador-por-encabezar-su-candidatura-para-las-elecciones-sindicales/

[2] https://www.elespanol.com/eldigitalcastillalamancha/economia/empresas/20220611/trabajador-despedido-readmitido-ciudad-real-elecciones-sindicales/679432113_0.html?utm_source=twitter&utm_medium=social&utm_campaign=fixedbar