CCOO de Industria | 24 abril 2024.

Jesús Gallo: “El acuerdo del metal en Cantabria lo valoramos positivamente porque no se perdió ningún derecho y el incremento salarial fue importante”

  • Hoy entrevistamos a Jesús Gallo, responsable de Acción Sindical de la Federación de CCOO de Industria de Cantabria

Hoy entrevistamos a Jesús Gallo, responsable de Acción Sindical de la Federación de CCOO de Industria de Cantabria. Tras finalizar la Licenciatura de Derecho en 1999, comenzó a trabajar con Comisiones Obreras hasta el día de hoy.

03/08/2022.
Jesús Gallo, responsable de Acción Sindical de la Federación de CCOO de Industria de Cantabria

Jesús Gallo, responsable de Acción Sindical de la Federación de CCOO de Industria de Cantabria

Se confirmaron vuestros peores augurios. La patronal del metal acudió a la negociación del convenio sectorial con la escopeta cargada y dispuesta a firmar un acuerdo de transición. La respuesta de las y los trabajadores fue contundente. Hubo conflicto por no tener subida salarial. ¿Ya has podido reflexionar sobre lo que habéis conseguido?

Sí claro. El pasado mes de junio ha sido un mes muy intenso con la convocatoria de una huelga indefinida que nos ha hecho reflexionar mucho sobre lo que estaba ocurriendo en el sector y el resultado obtenido que, a nuestro juicio, es muy satisfactorio con lo que se consiguió gracias a la ejemplar movilización de la mayoría de los y las trabajadoras del sector del siderometal, que fue lo que consiguió que la patronal cediera y se llegara a un acuerdo razonable. Un acuerdo que valoramos como positivo porque no se perdió ningún derecho y el incremento salarial fue importante. 

Fueron necesarias veinte jornadas de huelga para sacar adelante el convenio del metal que quería CCOO de Industria de Cantabria. ¿Cuáles fueron las dificultades que surgieron en la negociación?

La patronal, Pymetal, que tiene la legitimación actualmente para negociar el convenio, es muy personalista. Es un núcleo de personas muy pequeño los que representan a muchas empresas con miles de trabajadores. Pymetal tuvo una posición que incluso muchos empresarios nos decían que no entendían, porque tenía una posición de enrocamiento. Pero la realidad es que los que tienen la capacidad negociadora es esa patronal y con ellos teníamos que lidiar. Ese fue uno de los principales problemas. 

Es una patronal que siempre nos lleva al límite en todas las negociaciones, y esta vez no ha sido una excepción. Ellos estaban aguantando hasta donde podían aguantar, y eso te genera una situación de tensión. Ese ha sido el principal escollo que hemos tenido en esta negociación del convenio del metal. 

Negociar un convenio con la inflación disparada es muy complicado. ¿En qué situación se encuentra la negociación colectiva del resto de los sectores y empresas que se encuentran en vuestro ámbito de actuación?

Todas las patronales vienen a la defensiva, con unos incrementos de IPC tan altos. En Cantabria tenemos seis convenios colectivos sectoriales: Industria Siderometalúrgica, Industrias Químicas, Fabricación y venta de pan, Obradores y Despachos de confitería y pastelería, Agropecuario y Comercio y embotellado de vinos y bebidas. Todos estos convenios están firmados, excepto el convenio agropecuario que estamos negociando con las organizaciones profesionales agrarias, COAG y ASAJA para intentar llegar a un acuerdo. Tenemos a la patronal agraria ASAJA que es la más reacia a pactar incrementos salariales. Cantabria tampoco es una Comunidad muy agrarista, no hay muchos trabajadores y trabajadoras del sector agropecuario, pero siempre habíamos firmado los convenios sin problema, y esta vez ASAJA está poniendo más pegas a la hora de pactar los incrementos salariales. Mi compañero Santi está peleando para intentar convencerles de que hay que hacer una subida razonable y con unas cláusulas de revisión salarial para garantizar en la medida de lo posible el poder adquisitivo. 

Y en el resto de los convenios de empresa, la situación es muy variada. Donde hay más fuerza sindical, se están consiguiendo mejores acuerdos, y donde hay menos fuerza sindical cuesta más. También es verdad que en nuestro sector hay empresas que no tienen salarios muy altos y que incluso en algunas categorías el SMI está casi equiparado. Con lo cual, el sueldo de los 14.000 euros ya está conseguido. A partir de ahí, hay sectores precarios en los que cuesta mucho pactar la subida salarial. 

Los y las trabajadoras de las conserveras de pescado dieron un ejemplo de movilización y lucha que hay que copiar. ¿Qué lecciones habéis sacado de aquella movilización? ¿Hay mucha frustración en el sector? 

El sector conservero es uno de esos sectores en los que hay un alto nivel de precariedad, porque el contrato de fijo-discontinuo cuando hay mucho trabajo es un contrato más o menos razonable, pero cuando hay poco trabajo, se convierte en un problema. Entonces las trabajadoras del sector conservero, que es un sector importante en nuestra región, llevaban mucho tiempo reivindicando que había que mejorar las condiciones del sector, los bajos salarios y la discriminación existente entre las categorías profesionales que tradicionalmente ocupan los hombres, con respecto a la que ocupan las mujeres en donde había una diferencia salarial importante, y eso fue uno de los caballos de batalla para la convocatoria de aquella huelga. 

Las trabajadoras estaban muy motivadas, salió muy bien la movilización, lo que pasa es que finalmente Comisiones Obreras no firmó el convenio que sí fue firmado por UGT y por la CIGA. ¿Genera frustración? Bueno, siempre te genera frustración cuando dices que, si hubiéramos luchado un poco más, quizá hubiéramos sacado un mejor convenio. Pero esa es la historia de estas movilizaciones, cuando hay dos sindicatos que suman la mayoría y lo firman, pues lógicamente en nuestra gente sí que se ha generado un grado de frustración que es inevitable. Esperemos que las personas trabajadoras del sector, en las próximas elecciones sindicales valoren y haga examen de conciencia, y vean que es importante tener una mayor representatividad en las mesas de negociación de los convenios para que las mejoras que se reivindican se defiendan con más ahínco. 

¿Os está costando sacar adelante políticas de igualdad en los sectores y en las empresas de la industria y el sector agrario? ¿Y políticas LGTBI+? ¿En cuáles encontráis más resistencia?

La ley que obliga a las empresas a tener un Plan de Igualdad nos ha venido bien para que todas las empresas tengan que ponerse a hacer los deberes. Esto nos está posibilitando acceder a empresas y a sectores en los que no podíamos acceder. Y ahora con los Planes de igualdad que tanto la secretaría de la mujer, como otros compañeros y compañeras que nos están ayudando en el área de negociación colectiva, están trabajando a pleno rendimiento para asistir a todos los planes de igualdad que se negocian en la región y que se negocien con seriedad.