CCOO de Industria | 18 abril 2024.

Jaime Alloza: “Debemos transitar hacia una industria específica, la de la tecnología punta, la del valor añadido, y hacerlo de forma ordenada sin cambios bruscos”

  • Hoy entrevistamos a Jaime Alloza, responsable de Política Industrial de la Federación de Industria de Aragón

Tras dos mandatos como presidente del comité de empresa de Gerresheimer llegó al sindicato en 2017, trabajando tanto en la Federación de Industria de Aragón como en la Federación estatal, donde compaginó las responsabilidades de juventud, formación sindical y sectorial de cárnicas a nivel territorial y la responsabilidad de juventud a nivel estatal. Tras el último proceso congresual tomó la responsabilidad de Política Industrial en la Federación de Industria de Aragón.

22/08/2022.
Jaime Alloza, responsable de Política Industrial de la Federación de Industria de Aragón

Jaime Alloza, responsable de Política Industrial de la Federación de Industria de Aragón

España ya cuenta con unas bases sobre las que levantar el Pacto de Estado para la Industria, gracias a la presión que ha ejercido este sindicato. ¿Qué supondrá para Aragón? 

Creo que es un paso importante para la clase trabajadora y lo que representa nuestro sindicato, ya que tenemos que sentar las bases de todo lo que se necesita, no solo para las empresas, sino también para las personas que trabajan en el sector. Es algo que visualizamos de manera muy potente el pasado día 21 de junio en la manifestación de Madrid, en la que CCOO de Industria teñía de rojo las calles dejando muy claro que queremos que se tenga en cuenta nuestras propuestas, aportaciones y opinión ante ese nuevo pacto por la industria y esa nueva ley de industria que sustituya la ya obsoleta del siglo pasado. Y todo esto ha de ser con nuestra participación activa.

Espero que en Aragón se consiga aprovechar el impulso que pueden dar los PERTEs, que esto sirva para potenciar la llegada y asentamiento de empresas tecnológicas que diversifiquen los sectores y no solo a través del mundo de la automoción y todo el desarrollo de vehículos eléctricos que sigue siendo algo importante de cara al futuro. Hay muchos sectores industriales por los que se puede apostar y fomentar desde las administraciones públicas de Aragón, empresas que aporten un alto valor añadido a nuestros productos, y no solo convertirnos en la granja y matadero de Europa como ha ocurrido en la última década, en la que un empleo bastante precario ha regado las tres provincias aragonesas a través de la sobreexplotación del porcino.

Negociar expedientes de regulación de empleo no es tarea fácil en un momento de incertidumbre como el actual. ¿Cuáles son tus líneas rojas cuando comienza el tira y afloja con la empresa o patronal? 

Llevamos casi dos años y medio sin parar de negociar ERTEs y la cosa ha cambiado mucho desde el inicio de la pandemia a la situación que tenemos a día de hoy. Al principio la gente tenía miedo, no sabía qué podía pasar, ni cuánto podía durar la situación, por eso fuimos más flexibles y ágiles en la negociación, no podía haber líneas rojas como las que tenemos en situaciones normales, ya que nos sobrevino algo extraordinario. En ese momento el sindicato actuó de manera coordinada y con unos criterios bastante generales con los que salvamos un punto de partido. Cualquier cosa que consiguieras en una negociación era bienvenida por las plantillas, y era fruto del diálogo, ya que no había ninguna movilización o presión por nuestra parte, ya estaba todo parado. 

Cierto es que, en empresas con representación más fuerte y asentadas sindicalmente, se consiguieron mejores condiciones y complementos, y otras en las que la palabra sindicato era tabú descubrieron que también podíamos asesorar y ser de utilidad en un momento de crisis mundial. Pero esos primeros días pasaron y en la desescalada tuvimos que ser más exigentes, tanto con la empresas que querían trabajar, como con las que querían renovar o transitar en sus procesos de ERTE.

Actualmente, superadas las peores fases de la pandemia, el último año se ha centrado en la falta de suministros y especulación de algunas partes de esa cadena global. Hay empresas que han tenido mejor cuenta de resultados paradas que en activo. Y eso es algo que hizo saltar las alarmas, el beneficio de una empresa no puede descansar en tener a las plantillas en casa y ahorrarse todas o parte de las cotizaciones sociales, mientras estamos consumiendo desempleo y perdiendo salario. 

Por eso cada vez se plantean nuevos ERTEs que entendemos pueden ser necesarios, negociamos al alza y casi siempre mejoramos las condiciones, y cuando hemos entendido que no eran necesarios hemos peleado para tumbar esos expedientes.

Hay que destacar el intenso trabajo que habéis desplegado en el sector agrario para dignificar las condiciones laborales de sus trabajadores y trabajadoras. ¿Qué situaciones os habéis encontrado? ¿Por dónde pasan las propuestas del sindicato?

Desde hace varios años tenemos un serio problema con las OPAs para conseguir llegar a acuerdos en los convenios agropecuarios de las tres provincias aragonesas, parecen empeñadas en seguir con condiciones laborales de mediados del siglo pasado que con lo que realmente exigen los tiempos actuales. 

El dar el salto a la digitalización del mundo agrícola no tiene que servir exclusivamente para tener maquinaria autónoma que facilite las tareas, riegos inteligentes que maximicen la eficiencia o drones con los que obtener imagen del punto de maduración de los frutales, tiene que servir para ser capaces de dar altas en la seguridad social a través de un terminal móvil antes de iniciar las jornadas laborales, implementar el fichaje en las fincas con geolocalización sin depender del papel o de que un/una responsable apunte la jornada laboral realizada o algo tan sencillo como pagar la nómina de sus plantillas a través del banco en vez del tradicional sobre.

El bloqueo de los convenios, como en la mayoría de los territorios, viene dada por la actualización salarial, parece que el cumplimiento del SMI en todos estos convenios es algo que a pesar de ser de obligatorio, las OPAs no quieren firmar, y cuando por fin se consigue un acuerdo, inventan mil y una maneras de esquivar el cumplimiento. No es nada nuevo. Por eso se llegó a las huelgas del campo como la de Zaidín, seguida por casi la totalidad de quienes trabajaban en la zona. Fue un antes y un después que hizo reflexionar a "los patronos" y replantearse la situación de la gente que trabajaba para ellos/ellas. Creo que fue un momento histórico del sector en Aragón.

CCOO de Industria de Aragón también se volcó en la campaña que permitió acabar con la figura de los falsos autónomos en las cárnicas. Ahora toca conseguir que el nuevo convenio sectorial se cumpla. En la región afecta a siete mil personas. ¿Qué es lo más urgente?

Durante mucho tiempo esa fue una de las tareas en la que se centró el sindicato a nivel nacional y yo como responsable sectorial en Aragón. El boom del porcino en Aragón en los últimos diez años ha sido espectacular. Conforme crecía el negocio y se ampliaban o afloraban nuevos mataderos crecía de manera desmedida el número de falsos autónomos. Conseguir en 2019 regularizar la situación de más de 3000 personas en varios complejos cárnicos fue increíble. No sabría decir cuántas horas de trabajo, de visitas a las puertas, de repartos en varios idiomas, tuvimos que hacer. La gente nos decía que era imposible y que no lo cambiaríamos nunca. Pero lo hicimos, las CCOO de Industria lo conseguimos. Fue el empujón que necesitábamos para tener representación en esos centros con absoluta mayoría en Aragón y para inclinar la balanza de la representación a nivel nacional, que nos daría la mayoría en la mesa negociadora del convenio de Cárnicas. Algo que no se había dado en los últimos 40 años y que nos ha llevado al convenio con mayores avances sociales y mejoras económicas que se recuerda.

Con la publicación del convenio (en el cual tuve la oportunidad de estar en la mesa negociadora), tenemos la dura tarea de que se cumpla la totalidad de lo que las patronales firmaron, pero puedo decir que estoy tranquilo y seguro de que conseguiremos llevar todo a buen puerto tarde o temprano, ya que lo que hace unos años era una aventura de unas pocas de personas en Aragón, se ha convertido en una representación con más de 120 delegados y delegadas de CCOO repartidos por todo el territorio con la convicción de defender sus derechos en primera persona.

Puedo decir que algunas de las cosas más urgentes son; el cumplimiento escrupuloso de los temas de salud laboral, ya que son tareas muy manuales y se sufren muchas lesiones y accidentes, y otra dignificar el trato a las personas extranjeras que aquí representa más del 80% de quienes trabajan en él sector. Muchas propuestas sociales en temas que afectan a estas personas salieron de aquí, de los centros cárnicos de Aragón, como más días de permiso en caso de desplazamiento al extranjero si fallece un familiar, o algo tan básico como en caso de sanción o despido se tenga que hacer en el idioma de la persona afectada.

La industria del auto es fundamental para la región. El sector afronta importantes retos y la falta de suministros. ¿Por qué es fundamental garantizar que la transición sea justa? ¿Qué pasos hay que dar?

Nuevos retos para un sector muy asentado en Aragón, por la situación estratégica del territorio. Hasta hace unos años era el motor económico, pero existe un sentimiento de que en el resto de los territorios vecinos se está tomando ventaja, mientras que unos hablan de inversiones multimillonarias, constructores aúnan fuerzas con sus auxiliares más cercanas para presentar proyectos innovadores con los que acceder a los diferentes PERTEs, en Aragón estas noticias aparecen con cuentagotas y a pequeña escala. Las administraciones tenían puestas sus esperanzas en una megafactoría de baterías que finalmente recaerá en el País Valencià, pero tendrán que buscar otro caballito ganador.

Este sector que vive al día con la política del "just in time" se ha visto trastocado fuertemente, el ensamblar vehículos o producir sus componentes no es cosa de una sola empresa, pensábamos que era una máquina bien engrasada, hasta que falló la llegada de un semiconductor, el vidrio de una ventana, la chapa de una puerta, o una columna de dirección. La reacción en cadena de la falta de cualquier pieza hace que el puzzle se quede incompleto y las demás partes de ese rompecabezas no sirvan para continuar. Además, en este negocio nadie está preparado para hacer stock, por varias razones ya conocidas. Por lo tanto, los ERTEs por desabastecimiento caían en cascada desde las constructoras a las auxiliares, era la pescadilla que se mordía la cola.

A futuro hay que apostar porque los productos estratégicos del vehículo electrificado y conectado se hagan aquí, en España, en Aragón, intentando tener la mayor soberanía posible en el control y fabricación de estos productos, de ahí nuevamente aprovechar los PERTEs. Por eso debemos transitar hacia una industria específica, la de la tecnología punta, la del valor añadido, y hacerlo de forma ordenada sin cambios bruscos. Queremos eso, pero que vaya acompañado del compromiso social, de la formación y adaptación de las personas de los sectores industriales a puestos de trabajo que todavía no existen o que ni siquiera hemos imaginado. Tenemos la oportunidad de que todo lo que ha sucedido no se vuelva a repetir y nuestras propuestas están en esa línea.