CCOO de Industria | 28 marzo 2024.

Iker Gonzalo Hernández: “La industria es el motor económico de Euskadi, genera miles de empleos y proporciona un desarrollo económico que permite que el país siga en marcha”

  • Entrevistamos a Iker Gonzalo Hernández, responsable de Política Industrial de CCOO de Industria Euskadi

Hoy entrevistamos a Iker Gonzalo Hernández, responsable de Política Industrial de CCOO de Industria Euskadi. Iker comenzó en la empresa Petronor como delegado de prevención y después como delegado sindical hace ya más de 10 años. De 2017 a 2021 ejerció como responsable de acción sindical y negociación colectiva sectorial en la Federación de Industria de Euskadi y desde 2021 es responsable de Política Industrial.

23/08/2022.
Iker Gonzalo Hernández, responsable de Política Industrial de CCOO de Industria Euskadi

Iker Gonzalo Hernández, responsable de Política Industrial de CCOO de Industria Euskadi

El precio de la energía es un auténtico problema para la industria vasca. Es un lastre importante para las empresas y para las personas trabajadoras. ¿Cuáles son las propuestas de tu organización para reducir el impacto?

Principalmente la articulación de medidas desde el diálogo social, cosa que no se está viendo hasta ahora ni en el marco industrial estatal, ni tampoco en el autonómico, para que un problema grave pero coyuntural como el que estamos viviendo, no se convierta en estructural.

El problema del coste de la energía para la industria ya existía previo al conflicto bélico en Ucrania, con una desproporcionada escalada de precios, y ya estaban afectando de manera importante a las condiciones laborales de las personas trabajadoras. Por eso desde entonces veníamos reclamando medidas consensuadas y no se dieron.

En este nuevo escenario no previsto, en medio del conflicto de Rusia con Ucrania, y con la incertidumbre que genera la dependencia energética que Europa tiene con Rusia, se agudiza esta precarización con nuevas amenazas de ERES, ERTES y una pérdida de empleo eventual y de personal indirecto en la industria.

Por eso es sumamente importante y urgente la adopción de medidas que afronten este escenario de manera consensuada, así como la activación de mecanismos RED, los cuales tenemos sentadas las bases, pero no están en marcha, como freno para la precarización y destrucción de empleo en los sectores que se ven afectados.

Los distintos PERTEs que el Gobierno ha ido elaborando hasta el día de hoy no cuentan con los y las trabajadoras de este país. No existe una participación real, ni un control sindical. No hay una vinculación directa entre ayudas públicas y protección de empleo, cosa que para CCOO es fundamental. Este no es el camino, hace que se repitan errores de otros años.

La industria del auto es importantísima para Euskadi, que sufre, como otros territorios, la falta de suministros. Recientemente asistimos a la protesta de los trabajadores y trabajadoras de Mercedes. ¿Cómo están los ánimos en la planta de Vitoria? ¿Y en el sector de componentes?

En Euskadi una parte considerable de nuestra industria está vinculada al mundo del auto y sus componentes, la cual ha ido sufriendo importantes golpes con el paso de los años. Actualmente el sector del auto se encuentra sumido en un proceso de incertidumbre brutal.

El 75% de las empresas de Euskadi depende de Taiwán (principalmente por la fabricación de chips), como nos podemos imaginar la inestabilidad de este país afecta de manera considerable a todo el sector. Pero esto no es un hecho aislado. Es un sector tan deslocalizado que la inestabilidad geopolítica mundial le afecta de manera especial provocando el encarecimiento de la energía, continuos problemas en las cadenas de suministros, el desabastecimiento de componentes. Y de manera añadida se encuentra inmerso en una transformación general hacia el vehículo eléctrico.

Con este escenario de incertidumbre, no hay ninguna duda de lo buena que es la noticia de la aprobación, por parte de la plantilla de Mercedes Vitoria, de un convenio colectivo que proporciona mayor riqueza, mayor estabilidad, mayor conciliación y genera un plan de futuro para la planta de Mercedes en Vitoria, con una inversión brutal de dinero. Es una gran noticia tanto para la propia plantilla de la multinacional en Vitoria, como para las plantillas auxiliares que están vinculadas a ella y para todo el sector en general.

La participación de CCOO ha sido esencial en esta larga negociación, llamando a la movilización cuando ha sido preciso y que la propia plantilla haya respondido a las movilizaciones y haya ratificado mayoritariamente el acuerdo con su voto es un triunfo que no debemos de dejar de mencionar.

España ya cuenta con unas bases sobre las que levantar el Pacto de Estado para la Industria, gracias a la presión que ha ejercido este sindicato. ¿Qué supondrá para Euskadi?

Para que suponga algo para Euskadi primero tiene que funcionar el Pacto de estado para la Industria y eso hoy no se da. Esperemos que estas bases se afiancen pronto y podamos trabajar en medidas coordinadas entre todas las comunidades autónomas, que son quienes tienen las competencias y que estas medidas sean consensuadas dentro de las mesas de diálogo social.

La industria es el motor económico de Euskadi, genera miles de empleos y proporciona un desarrollo económico que permite que el país siga en marcha.

En una década hemos vivido dos crisis brutales. No nos podemos permitir unas medidas para salir de las crisis que no cuenten con los sindicatos. Esto ya lo hemos vivido con otro gobierno y trajo destrucción de empleo, precarización de las condiciones laborales y mayor pobreza industrial.

El Pacto de Estado para la Industria debe generar de una manera consensuada la reindustrialización de este país, sobre todo de aquellos sectores que hemos visto que son esenciales y de los que dependemos de terceros países. El fortalecimiento de sectores en riesgo o en crisis y potenciar los estratégicos.

¿Cuál es el estado de salud del diálogo social vasco en materia de política industrial? ¿Las y los trabajadores cuentan con la red necesaria para garantizar que la transición sea justa?

En Euskadi existe actualmente un “Plan de desarrollo industrial vasco (2021-2024)”, al cual desde CCOO hemos podido realizar aportaciones con el único fin de fortalecer el tejido industrial, protegiendo el empleo y las condiciones laborales de las plantillas, generando con ello empleo de calidad y reindustrializando aquellos sectores que están más debilitados y se han demostrado ser esenciales.

Sin embargo, el gobierno vasco ha realizado la elaboración de este plan fuera de la mesa de diálogo social. Con esto queda clara su nula intención de elaborarlo de una manera consensuada y admitir la mayor parte de nuestras aportaciones.

En Euskadi tenemos un problema serio con la mesa de diálogo social. Por un lado, hay dos sindicatos nacionalistas que no se sientan en la mesa, dejando tiradas a los y las trabajadoras vascas y, por otro lado, tenemos un gobierno vasco que con las actuaciones y declaraciones que hace cada vez nos deja más claro a que intereses se debe. Y no son precisamente los de la clase trabajadora.

La industria vasca siempre ha sido un ejemplo a seguir por el resto de las comunidades autónomas. Sin embargo, de un tiempo a esta parte el sector está convulso. ¿Qué está ocurriendo? ¿Por qué están tan revueltos los y las trabajadoras?

Básicamente que la clase trabajadora se ha cansado de ser la pagana de todas las crisis. Venimos de años duros. No habíamos salido de una crisis (2008), donde nos hundieron a base de medidas que destruyeron miles de empleos y nos dinamitaron las condiciones laborales y nos hemos visto sacudidos por una nueva crisis mundial (COVID). Donde las plantillas han soportado con sus hombros el peso de las empresas, acudiendo a trabajar en medio de una pandemia, cuando no se sabía ni cómo nos debíamos proteger, poniéndose en riesgo tanto ellas como a sus familias. Adaptando jornadas a costa de conciliación, frecuentemente a base de horas extraordinarias. Cediendo condiciones en muchos casos, sabiendo que el momento lo requería.

Y ahora es cuando las plantillas reclamamos lo que justamente nos hemos ganado: el reconocimiento a la importantísima labor que hemos realizado y seguimos realizando en cada una de las empresas.

Nos encontramos en un momento donde la mayor parte de las empresas ya han salido de ese bache que generó el COVID, donde el incremento de beneficios en muchas de ellas es disparatado, donde se está repercutiendo sobre la sociedad el continuo incremento de precios de alimentos, de electricidad, de combustibles, con una amenaza constante de inestabilidad laboral. 

Es normal y perfectamente entendible que haya conflictos laborales si en los procesos de negociación, tanto sectoriales como de empresa, que están abiertos, no hay una compensación al esfuerzo realizado, no se da un incremento de los salarios que frene la pérdida del poder adquisitivo debido a la desproporcionada inflación o no hay planes industriales que generen estabilidad en el empleo y en las condiciones laborales a futuro.

En CCOO de Industria Euskadi tenemos claro que esto se tiene que dar, de no ser así la movilización estará servida.