CCOO de Industria | 28 abril 2024.

Menos empleo industrial pero más estable

  • Según la EPA, desciende el empleo industrial, tanto en términos interanuales con la pérdida de 50.500 salidas del sector, como en intertrimestrales, con una caída de población industrial ocupada de 64.500 personas. En ambos casos, se produce, a su vez, un incremento de población indefinida, dejando la tasa de temporalidad en un 8,4%, por lo que se continúan notando los efectos de la reforma laboral.
  • La tasa de feminización de la industria (28,2%) se convierte en la más alta de los últimos años.

La EPA publicada este jueves 27 de julio, la población ocupada en el sector industrial español durante el segundo trimestre de 2023 indica un descenso del empleo industrial de 50.500 personas respecto a hace doce meses (un 1,8% menos), situando en 2.726.100 las personas trabajadoras en la industria. No obstante, la población indefinida aumentó en 126.600 personas, un 5,8% más, como efecto de la reforma laboral. 

27/07/2023.
mujer industria

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En la composición de la variación hay varios factores a destacar. En cuanto al género, con la salida de 43.900 hombres (el 2,2%) y la de 6.600 mujeres (el 0,9% del empleo femenino que había hace un año). En segundo lugar, en la composición por la situación profesional, ya que, de las 50.500 salidas, 36.100 son personas autónomas por 14.400 asalariadas. Las principales actividades afectadas son textil y productos metálicos. El último factor es la reducción de la temporalidad, que se acompaña de una caída de la rotación en el empleo, lo que se ha traducido en una reducción del empleo temporal, que por sí solo explica la caída de empleo de la población asalariada.  La reducción de 14.400 personas responde a la salida de temporales. La reforma laboral continúa produciendo efectos. La población indefinida aumentó en 126.600 personas, un 5,8% más.

En términos intertrimestrales, también se aprecia la caída de la población, en 64.500 personas, de las que 33.300 son asalariadas. En esta población asalariada es el empleo masculino el que se reduce, en 44.400, en tanto que el femenino incorpora 11.000 mujeres.

De los 2,7 Millones de personas que producen en la industria, 1.957.400 son hombres y 768.700 mujeres, lo que eleva la tasa de feminización al 28,2%, la más alta de los últimos años. Mientras salieron 75.100 hombres en los últimos tres meses, se incorporaron 10.600 mujeres. 

La reforma laboral sigue erosionando las tasas de temporalidad registradas entre la población asalariada industrial. Así, como hemos dicho, se cuentan 141.000 personas temporales menos que hace un año, pero la población con contrato indefinido ha crecido en 126.000 lo que deja un resultado neto de una caída de 14.400 personas asalariadas en el último año, si bien temporales todas, quedando la tasa de temporalidad en el 8,7% (9% entre las mujeres y el 8,4% entre los hombres).

Por su parte, el desempleo industrial ha crecido un 2% en los últimos doce meses, 2.800 personas más, como consecuencia del aumento del desempleo femenino en 5.600 mujeres.

Para CCOO de Industria sigue siendo apremiante y prioritario primar el uso de la financiación europea en la consecución de una transformación justa y sostenible de la industria, fortaleciendo la economía circular, recogiendo el apoyo que requiere la nueva movilidad y la transición energética, con la finalidad de mejorar la posición de nuestras industrias en la cadena de valor global.

Comisiones Obreras sigue manifestando la necesidad de un Pacto de Estado por la Industria que resulte como un plan estratégico industrial a futuro, acordado por todos los agentes del sector como eje esencial para afrontar los cambios que garanticen un sector industrial inclusivo, que fije como objetivo estratégico prioritario la inserción de alta calidad en el sistema productivo global, para lo que se necesita una planificación a medio y largo plazo en cuanto a las inversiones en I+D+i, en capital humano mediante la formación a todos los niveles y la generación de competencias y habilidades sectoriales estableciendo un marco de relación directa entre instituciones científicas y educativas y el sistema productivo empresarial, así como una mejora de la utilidad y del valor de las infraestructuras físicas y tecnológicas.