CCOO de Industria | 10 mayo 2025.

EL CRÉDITO HORARIO: UN DERECHO BÁSICO BAJO LA LUPA

    Ni sindicatos, ni partidos políticos actúan como agentes de socialización en el siglo XXI, por lo que, motivado por diferentes factores -uno de ellos la mercantilización del ciudadano y el desarrollo de la tecnología como mecanismo de provisión de ocio-, el tiempo libre se ha convertido en objeto de disputa entre trabajadores y representantes.

    28/08/2019.
    Solidaridad

    Solidaridad

    ¿De dónde procede el crédito horario? ¿Para qué está diseñado? ¿Por qué es fuente de conflicto en el centro de trabajo? ¿Rendimos cuentas por ello?

    Éstas son sólo algunas de las preguntas que pretendemos resolver en este artículo; y, por su complejidad y por no tener una respuesta unívoca, mucho me temo que alguna se quedará sujeta a la libre interpretación del individuo.

    El crédito horario es un derecho de los trabajadores y trabajadoras -por ende, derecho de libertad sindical-que, en nuestro sindicato, pertenece a sus siglas. Dicho de otro modo, el crédito sindical de los representantes de CCOO es patrimonio del sindicato. Por tanto, tiene firme sujeción al principio ético y código de transparencia de la organización, y debe estar amparado en todo momento por el principio de solidaridad: con los compañeros/as, con los/as representantes, y con las federaciones de rama (al que nos comprometemos destinando en torno a un 25% del crédito obtenido).

    Nuestra cultura sindical debe empañar cada acción que llevamos a cabo.

    Y es ese principio -el de solidaridad- el que ha guiado nuestra actitud mediante acciones como no tomar horas sindicales en periodo estival en Sagunto o limitar a martes, miércoles o jueves las horas en Palos por parte de nuestros representantes -salvo excepciones graves-, y siendo extremadamente escrupulosos en cuanto a variables que puedan menoscabar la salud social de los compañeros/as que nos sustituyen. Bascular entre cumplir nuestra obligación sin ser lesivos para los/as compañeros/as que representamos.

    ¿De dónde procede el crédito horario?

    a) Del Estatuto de los Trabajadores.

    b) De la Ley Orgánica de Libertad Sindical.

    c) De la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

    d) De los convenios colectivos, pactos acuerdos u otros instrumentos de negociación.

    e) De pactos o acuerdos institucionales.

    Cabe recordar lo siguiente para contribuir a despejar interrogantes: existe la prohibición legal, en nuestro caso reforzado por nuestro comité de garantías, de prohibir expresamente el uso de horas sindicales para “cuestiones privadas o ajenas a la actividad sindical”. Aunque existe sentencia del Tribunal Supremo reconociendo la posibilidad de compensar con descanso, imputado al crédito horario, cuando esas funciones representativas tienen lugar fuera del horario de trabajo, con la condición de estar siempre dentro de los límites razonables. Entre ellos los casos de trabajo nocturno, o a turnos y en jornada precedente o siguiente a la actividad realizada. Esta razonabilidad debe estar justificada en todo caso.

    Pero los límites razonables no pueden servir de salvaguardia ni justificación para hacer lo que nos venga en gana. De ser así, nos equivocamos de oficio.

    ¿Para qué está diseñado?

    Para el ejercicio de sus funciones de representación, con toda la variedad implícita. En esto no cabe ni el interés particular ni el de la empresa.

    ¿Por qué es fuente de conflicto?

    Hay multitud de factores y esta lista no agota todas las posibilidades. Rescataré tres que, a mi juicio, son cruciales.

    1) Pérdida de legitimidad del sindicato como agente de socialización, producto del devenir histórico. Nuestro último reducto de esta competencia, y por ir a lo concreto en Fertiberia, fue las partidas destinadas al “grupo empresa” y que finalmente hemos perdido sustituida en una atribución dineraria por individuo.

    2) Desafección política/sindical que, justa o injustamente, corroe los cimientos de nuestra organización. El sentimiento de pertenencia al grupo ya no está de moda -los valores dominantes se encargan de ello-, aislándonos entre multitudes de redes sociales que crean una falsa apariencia de lazos solidarios.

    3) Simplificación de los mensajes. La principal actividad del sindicato es la negociación colectiva, y de esto poco se sabe, como que es la principal herramienta en la predistribución de la riqueza; de la contribución de los sindicatos al bienestar de la clase trabajadora por falta de referentes. Cuando leer un párrafo mayor que un tweet ya es una odisea, párese usted a explicar el impacto de la negociación colectiva en las condiciones de vida de la ciudadanía.

    Al margen de esta enumeración cabría también destacar los errores individuales y colectivos que, todas las organizaciones, cometen, también la nuestra, en la toma de decisiones. No pretendo eludir responsabilidades. Y es razonable teniendo en cuenta que somos la mayor organización obrera de este país.

    ¿Rendimos cuentas por ello?

    Quiero pensar que sí, estribando de ello la preeminencia del sindicato CCOO en el panorama nacional. Y no es único el foro donde se rinden cuenta: elecciones sindicales, congresos sindicales, etc. Con todo, cada vez, por los factores antes descrito, es más complejo analizar la actividad de representantes. El desinterés, el hastío o las redes clientelares/afinidades en la empresa son potentes barreras que desvirtúan el juicio justo y renovación del compromiso trabajador/representante.

    En Fertiberia tendremos elecciones a Comité de Empresa en el corto plazo: usted tiene la opción de pedir cuentas y renovar la confianza.

    No olvide la solidaridad: nuestro mayor valor.

    Documentación asociada
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