CCOO de Industria | 23 febrero 2025.

Industria de Asturias lamenta la muerte de un trabajador víctima de un cáncer tras su exposición al amianto

    (Oviedo/23.11.10) Santiago Sandonís Calvo falleció el pasado viernes a los 54 años de edad, víctima de un cáncer de pleura provocado por la exposición al amianto durante su vida laboral. Desde 1980 prestaba sus servicios en la empresa Imasa. Era afiliado de CCOO, sindicato que está llevando su caso ante las distintas instancias judiciales. Nuestra organización lamenta profundamente su fallecimiento.

    23/11/2010.
    .

    .

    En mayo de 2008 Santiago Sandonís pasó a situación de incapacidad temporal derivada de enfermedad común y posteriormente fue la propia Mutua Universal la que reconoció una situación de enfermedad profesional. En agosto de 2009 le fue reconocida una incapacidad permanente absoluta para toda profesión u oficio, derivada de la enfermedad profesional. Santiago Sandonís trabajó en desguaces de barcos, donde existía un claro contacto con el amianto, así como en térmicas, azucareras, refinerías, fundiciones, carboneras y petroleras, todas ellas empresas que no sólo usaban amianto en sus diversas formas, sino que lo tenían instalado en sus sistemas de refrigeración y calorifugado, así como en las instalaciones eléctricas.

    Tanto en las centrales térmicas como en las refinerías, los trabajadores de mantenimiento del calorifugado desprendían este mineral de las paredes de las calderas y de los tubos, y lo depositaban en pasillos y escaleras metálicas de rejilla. De ahí pisaban el amianto hasta hacerlo polvo y éste caía hacía abajo, en forma de nube de polvo, que luego era respirado por los trabajadores que estaban en los pisos inferiores o subían hacía arriba. Santiago Sandonís trabajó concretamente en las centrales térmicas de Aboño, Soto de Rivera, Soto la Barca, Lada (en Asturias), Guardo  (en Palencia) y As Pontes (en Coruña). También en los cuatro grupos térmicos de Alcudia (Palma de Mallorca) y en Carboneras (Almería). 

    El desamiantado lo hacía la propia Imasa, y los trabajadores del mantenimiento eléctrico y mecánico de Imasa ayudaban a los del desamiantado los primeros días para quitar el amianto. En estos procesos es cuando todos ellos estaban sometidos a grandes cantidades de polvo de amianto que respiraban directamente sin protección. Santiago Sandonís trabajó también en cementeras, refinerías y empresas metalúrgicas, como Ensidesa.

    Desde el año 1947 las empresas tenían la obligación de adoptar precauciones en orden a preservar la salud de los trabajadores que trabajaban en contacto con el amianto, dado su riesgo conocido. Pese a estas previsiones normativas no se adoptó medida alguna que evitar la exposición. Se dejó al trabajador que se expusiera al riesgo sin protección, sin evaluación, sin información, sin medias preventivas, y producto de esta dejación de responsabilidades se produjo la enfermedad del trabajador y de otros muchos trabajadores también expuestos.

    Pese a ello, Imasa, que se dedicó siempre al desamiantado, no dotó al trabajador de medidas de protección, ni mascarillas, ni guantes, ni ropa adecuada, ni se le informó sobre el peligro al que estaban siendo sometidos él y sus compañeros de trabajo. Tampoco realizaron evaluaciones periódicas específicas a los trabajadores (tal como venimos denunciando pública y reiteradamente desde CCOO de Asturias), pese a que tenían grave riesgo de contraer alguna enfermedad por el amianto, incluso el cáncer, o mesotelioma, enfermedad que finalmente acabó de manera prematura con la vida de Santiago Sandonís.