CCOO de Industria | 23 febrero 2025.

Muere un afiliado de CCOO tras estar seis días en coma por un accidente laboral en Oñati

    (Donostia/17.01.12) La Federación de Industria de CCOO de Euskadi estará presente en la concentración de luto que se celebra en la localidad guipiuzcoana y participa del dolor y el desgarro que en estos momentos padecen los allegados a nuestro compañero

    17/01/2012.
    La muerte de nuestro compañero Antonio ha ocurrido en la empresa Altuna Hnos.

    La muerte de nuestro compañero Antonio ha ocurrido en la empresa Altuna Hnos.

    La plantilla de la empresa oñatiarra Altuna Hermanos realizará mañana, miércoles 18 de enero, una concentración frente a las instalaciones de la compañía para denunciar el fallecimiento de Antonio Giraldo Llanos, fallecido este fin de semana tras permanecer en coma durante seis días por un espeluznante accidente laboral.

    La concentración se celebrará entre las 12:10 y las 12:30 horas (Barrio Zubillaga, 58) y servirá para mostrar la repulsa a este siniestro y para expresar la solidaridad de todos los compañeros del fallecido a la familia. La Federación de Industria de CCOO de Euskadi estará presente en la concentración y participa del dolor y el desgarro que en estos momentos padecen los allegados a Antonio.

    Antonio Giraldo Llanos, de 58 años, era afiliado de CCOO y pasaba por ser un experimentado metalúrgico. La larga agonía que padeció desde el día del accidente es una metáfora de la larga agonía que sufre el conjunto de los trabajadores/as como consecuencia de la falta de medidas preventivas eficaces en las empresas.

    Todos los días hay referencias políticas públicas sobre el cumplimiento estricto de la Ley y que la Ley es igual para todos. Una que, sin embargo, se incumple de forma sistemática es la que afecta a la protección de la vida y la salud en el trabajo, mandato emanado de la Constitución, del Estatuto de los Trabajadores y de la específica Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

    Esta ley se incumple de forma sistemática y ese amparo ético, moral y legal deja un legado de más de un millar de fallecimientos desde el año 1996. Y eso sin contar con los daños y fallecimientos originados por las infradeclaradas enfermedades profesionales que podrían multiplicar por cuatro los fríos datos estadísticos.   

    En estos duros momentos de crisis financiera, empresarial y de empleo, la sociedad y, sobre todo, los trabajadores y sindicatos no podemos acostumbrarnos a la rutina de las condenas. Debemos construir una respuesta más contundente para que no paguemos las consecuencias que está generando la crisis en términos de paro, recortes sociales, empeoramiento de las condiciones de vida y trabajo. Encima de todo ello, no podemos pagar esta crisis con nuestra salud.

    Los indicadores de salud laboral son imprescindibles para analizar los indicadores económicos y sociales, en definitiva, para ver el grado de justicia social existente en nuestra castigada sociedad.