CCOO de Industria | 23 febrero 2025.

Día Mundial del Medio Ambiente: ¡Poco que celebrar!

    Como ocurre cada 5 de junio desde hace más de cincuenta años, hoy se recuerda en todo el mundo que la protección y la salud del medio ambiente es una cuestión fundamental. El responsable de esta materia en CCOO de Industria se pregunta en este artículo de opinión qué puede hacer el sindicato para corregir una situación que ha colocado al planeta al borde del colapso. “Todo”, se responde. Alejandro González lamenta que todavía esté “la casa sin barrer” y propone situar el debate en todos los ámbitos, porque en ello “nos va la vida y el empleo”.

    05/06/2023. CCOO de Industria
    Un par de voluntarios recogen basura en una playa

    Un par de voluntarios recogen basura en una playa

    Los datos sobre el cambio climático son apabullantes. Enumerarlos aquí resultaría tan prolífico como innecesario, aunque al pie de este artículo figuran enlaces para bucear en los datos. Un panel integrado por más de dos mil científicos de todo el mundo (has leído bien: 2.000) vienen verificándolo, año tras año, con millones de datos y registros que avalan una tesis predecible si no hay ninguna impugnación en todos los niveles: que la situación ambiental coloca al planeta al borde del colapso. Cuestionar esos datos entra en el ámbito de la superchería, el negacionismo y el ecofascismo, sin más rigor científico que el de un zahorí buscando agua con su vara de avellano. 

    El pesimismo es de tal pelo que las voces más documentadas, además de urgir sobre la necesidad de invertir una tendencia de emisiones que nos aboca al colapso, apremian a las fuerzas políticas, económicas y sociales a “adaptarse” al cambio climático. Y “adaptarse”, según la RAE, implica acomodarse a las condiciones de su entorno. Lo que, en definitiva, y en el caso que nos ocupa, supone asumir, de manera resignada y previsora, que el cambio climático es inevitable y que adaptarnos, o no, a sus imprevisibles reacciones es cuestión de incalculables pérdidas en daños económicos y vidas humanas. 

    Evidencias científicas. Pero si la cosa es tan clara, ¿por qué no se hace nada razonablemente eficaz para invertir la tendencia? La respuesta es tan sencilla como obvia: porque el actual sistema económico extractivista y depredador de los recursos naturales y la rentabilidad económica priman sobre la vida. Solo así se explica que en España acabemos de cerrar un proceso electoral donde nadie ha dicho una sola palabra sobre el tema, a excepción del ecofascismo trumpista, que ha querido sepultar ese debate llamando a llenar las ventanas de geranios. Extravagancias de tal nivel resultarían políticamente dignas de una trepanación craneal si no fueran una broma macabra sobre inmensos daños económicos, industriales y en vidas. 

    Solo en España, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) calculó que en 2022 se habían producido más de 4.700 muertes relacionadas con el exceso de temperatura entre finales de abril y septiembre. Y, según el informe de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), “al menos el 60% del campo español está muy afectado por la falta de precipitaciones y hay pérdidas irreversibles en más de 3,5 millones de hectáreas de cereales de secano”. Una noticia más que conocíamos el pasado 1 de junio, su titular, publicado en el periódico El País y en Nature, dictaba así: siete de los nueve umbrales que permiten la vida humana sobre la Tierra ya han sido sobrepasados. Habla de civilización y supervivencia, señalando como único hito el remiendo que se alcanzó al agujero de la capa de ozono troposférico, que esa vez sí supimos resolver. Entre tanto mal agüero flota una pregunta que nos impacta de bruces: ¿qué hacer como sindicato? Todo. 

    Está todavía la casa sin barrer. Nuestra receta, desde la responsabilidad del medio ambiente, estriba en situar el debate en los ámbitos sindicales (orgánicos y de militancia) y en la política, la economía, la empresa y la acción sindical porque en ello nos va la vida y el empleo. Erradicar la presunta especifidad que nos divide en contiendas infértiles cuya legitimidad viene del mercado -posmodernismo y neoliberalismo- haciendo compatible una identidad de clase robusta que contribuya a luchar por el medio ambiente. Y democratizar los centros de trabajo a través de nuevas conquistas -en la negociación o en la acción- cuyo colofón sean los derechos ambientales, remendando en los centros de trabajo aquellas deficiencias que el discurso público y las urnas ignoran, sin que exista ninguna impugnación por parte de la sociedad.

    Alejandro González Muiño / Responsable de Salud Laboral y Medio Ambiente / CCOO de Industria

    https://unfccc.int/es/news/nuevas-predicciones-climaticas-indican-una-mayor-probabilidad-de-que-en-los-proximos-cinco-anos-se

    https://public.wmo.int/es

    https://hadleyserver.metoffice.gov.uk/wmolc/

    https://public.wmo.int/en/our-mandate/climate/wmo-statement-state-of-global-climate

    https://www.metoffice.gov.uk/about-us/press-office/news/weather-and-climate/2020/hadcrut5-announcement

    https://www.wcrp-climate.org/dcp-overview