CCOO de Industria | 29 marzo 2024.

EPA 1ER TRIMESTRE

El sector industrial agudiza la flexibilidad externa sobre el empleo femenino

  • Los datos de la EPA ponen de manifiesto la segregación del mercado de trabajo industrial, con pérdida de empleo entre las mujeres y los jóvenes

Según los resultados de la EPA del primer trimestre de 2021, hay empleadas 2.642.200 personas en el sector industrial. Lo que significa que, en los últimos tres meses, el empleo cayó un 1,9% respecto al trimestre anterior, al salir unas 51.400 personas. 

29/04/2021. CCOO de Industria
Trabajadora de la industria textil cosiendo una pieza de cuero

Trabajadora de la industria textil cosiendo una pieza de cuero

La variación del empleo en la industria fue bien distinta según el género. Se da relativa “estabilización del empleo” en el caso de los hombres, que redujeron su número en un mínimo 0,1%, al salir 1.100 trabajadores, mientras que en las mujeres la reducción del empleo fue del 6,7%, al salir del empleo 50.300. Con esta variación, el empleo masculino industrial queda en 1.941.300, mientras que el femenino se redujo hasta las 700.900 mujeres en este trimestre, frente a las 751.200 que se contaban hace tres meses. A la luz de la variación que se ha dado en el empleo femenino, parece que el proceso productivo industrial está usando esta mano de obra como variable a la hora de adaptar la demanda de fuerza de trabajo a los requerimientos de la actividad productiva.

No obstante, el gran protagonista en la variación del empleo asalariado industrial ha sido el empleo temporal, puesto que el ajuste trimestral que soporta es del 4,4%, al caer en 18.800 personas; afectando esta precariedad a un total de 409.500 personas, el 17% de la población asalariada, tasa que se reduce respecto al trimestre anterior como consecuencia de esta flexibilización externa mediante el empleo eventual a la hora de ajustar la demanda de fuerza de trabajo.

El papel de la segmentación en virtud del género se vuelve a dejar notar en la evolución de la precariedad, puesto que el número de mujeres temporales en el sector se reduce en un 17% en los últimos tres meses, mientras que el de los hombres crece un 2,8%. En total, son 282.000 hombres temporales y 127.600 mujeres, lo que daría una tasa de feminización de este empleo precario del 31,2%, frente al 26,5% que podemos observar en el empleo industrial total. También se hace patente la segmentación en virtud de la edad, puesto que el número de trabajadores industriales jóvenes se ha reducido en un 9,5% en los últimos tres meses (8.500 personas menos), quedando en 82.900.

El desempleo industrial ha repuntado en un 0,7% en este trimestre, alcanzando las 194.700 personas; 127.300 hombres y 67.400 mujeres, con lo que la tasa de feminización del desempleo es casi del 35%, también mucho más alta que la de la población ocupada en la industria.

Pese a las medidas anticrisis que se han adoptado, la repercusión de la misma sobre el sector industrial no se ha podido evitar del todo, con la asociada destrucción de empleo que se hace mucho más patente en términos interanuales. Así, respecto al mismo trimestre del año 2020, se han perdido 127.100 empleos industriales, un 4,6%, producto de la verdadera cara de nuestras empresas, que sienten especial predilección por el despido como forma de ajustar sus procesos productivos. Sobre todo, la virulencia es aguda entre la población laboral joven, que se ha reducido en un 16% en los últimos doce meses (15.600 personas jóvenes menos).

El desempleo industrial ha crecido en 18.200 personas en un año, un 10,3%, 7.700 mujeres más y 10.400 hombres. El desempleo industrial femenino ha crecido casi un 12,9% en el último año frente al 8,9% masculino.

CCOO de Industria, ante las consecuencias estructurales que va a tener la pandemia sobre el empleo industrial en la eurozona, considera urgente aprovechar la palanca europea y la utilización de los fondos previstos para dirigir el diseño de una transformación justa y ecológicamente sostenible de la industria, de cara a afrontar la nueva movilidad y la transición energética, para que no se produzca un alejamiento del ideario respecto al papel que consideramos que nuestras industrias deben ocupar en la cadena de valor global.

Por tanto, CCOO sigue reclamando un Plan Estratégico Industrial como eje esencial para afrontar los cambios que garanticen un sector industrial inclusivo, contemplando como objetivo estratégico prioritario la inserción de alta calidad en el sistema productivo global, para lo que se requiere una planificación a medio y largo plazo en cuanto a las inversiones en I+D+i, en capital humano mediante la formación a todos los niveles y la generación de competencias y habilidades sectoriales mediante un marco de relación directa entre instituciones científicas y educativas y el sistema productivo empresarial, así como el crecimiento de la utilidad y del valor de las infraestructuras físicas y tecnológicas.