CCOO de Industria | 5 diciembre 2025.

Santa Bárbara en un año negro

    04/12/2025.
    SANTA BÁRBARA 2025

    SANTA BÁRBARA 2025

    Es 2025 un año negro como el carbón. No es ninguna hipérbole. Duele más porque ya casi no queda minería en Asturias, ni pozos, ni jaulas. Y justo ahora, cuando la actividad está prácticamente muerta, son siete los compañeros que han perdido la vida: Iván, Rubén, Jorge, Amadeo, David, Óscar y Anilso. 

    Cuando alguien muere trabajando, lo mínimo es investigar en detalle lo sucedido. Y aquí no hablamos de accidentes parecidos. Vega de Rengos no tiene nada que ver con Cerredo. Quien lo mezcle todo en la misma bolsa o no sabe o no quiere saber. En Cerredo se trabajaba sin permiso, sin medidas, sin garantías; la explotación había tenido visitas de la autoridad minera, denuncias repetidas de varias personas, incluida la de CCOO de Industria en la Comisión Regional de Minas, de que se estaba extrayendo carbón ilegalmente, y aun así aquello siguió funcionando como si nadie viera nada. La culpa suele ser huérfana, dicen, pero hubo quien renovó permisos de investigación aun cuando ya había habido accidentes, mortales incluso, y hubo quien tenía una responsabilidad de vigilar que evidentemente no ejerció. En Vega de Rengos, según todo lo que se ha podido comprobar, se cumplían los protocolos, había vigilancia y la explotación estaba dentro de norma. Y aun así, el desprendimiento mató a Óscar y a Anilso. Dos contextos distintos, el mismo dolor.

    Por eso insistimos tanto en no hablar de suerte ni de fatalidad. Es insoportable escuchar esas palabras con dos compañeros muertos. La única manera seria de honrarlos es con una investigación completa y exhaustiva. Nuestro sindicato está en ello, como debe estar: buscando la verdad y reclamando responsabilidades si las hay. Nadie debería salir de casa para trabajar sin garantías de volver. Valga esta tribuna para reclamar, una vez más, un incremento en los medios destinados a la vigilancia y supervisión de las empresas en materia de seguridad y prevención.

    El lugar donde han ocurrido ambos accidentes, el Suroccidente asturiano, es un espejo incómodo. Se acabaron las minas sin que apareciera una alternativa real. La transición quedó muy bien en los titulares, pero en la calle dejó despoblación, envejecimiento, juventud marchándose y casas vacías. Y aquí es donde Comisiones Obreras de Industria vuelve a insistir en algo que repetimos desde hace años: no hay reconstrucción posible sin tener en cuenta el territorio, su gente, su voz y sus particularidades. El diseño de medidas, la implementación de proyectos y la distribución de los presupuestos debe hacerse desde el diálogo social y escuchando a quienes viven aquí, porque si no, lo que se planifica desde Madrid o desde un despacho acaba siendo una postal sin efecto en la vida real. En el Suroccidente necesitamos alternativas viables, ciertas, con empleo de calidad, que puedan sustituir de verdad al trabajo que un día dio la mina. 

    Mientras tanto, HUNOSA habla de futuro. El Plan de Empresa apunta a biomasa, renovables, redes de calor y materiales críticos. Pocas certezas, muchas incertidumbres. En todo caso esa transformación exige respeto a toda la plantilla, sin listas invisibles de gente prescindible. La transición, si quiere ser justa, tiene que incluir al personal propio y también a las auxiliares. No vamos a aceptar que se deje a nadie tirado. Este sindicato peleará donde haga falta y lo que haga falta para que se consiga ese objetivo.

    Y cuando un proyecto industrial serio como el de INDRA quiere instalarse en las cuencas —hablo de inversiones de decenas de millones, de empleo directo, indirecto e inducido, de actividad que mueve vida y comercio— lo mínimo es allanar el camino. Costaría tan poco como querer. Por eso sorprende que aparezcan obstáculos que nadie consigue explicar, al menos de manera coherente y seria. Y lo mismo ocurre con la gestión de la Brigada de Salvamento Minero, que debería ser ejemplo y no motivo de malestar, consecuencia de una pésima gestión empresarial. En algún momento habrá que decirlo tal cual: quien no es solución acaba siendo parte del problema, y a ese problema habría que aplicarle una solución rápida y expedita en beneficio del interés general.

    Santa Bárbara este año no es fiesta: es un día triste de recuerdo. Pero también es un día para mirar hacia adelante, aunque el horizonte se adivine incierto. La voluntad de trabajo y la lucha por un futuro mejor para nuestra región se mantienen firmes en CCOO.

    Estamos orgullosos de nuestro pasado minero y comprometidos con el futuro de las cuencas, que han de ser un lugar para vivir y trabajar.

    ¡Viva la memoria de nuestros mineros y mineras!

    ¡Viva el Día de Santa Bárbara!

     

    Juan Ignacio Requena Arcajo

    Sec. Gral. CCOO de Industria de Asturias